Alrededor de mil extranjeros, muchos de ellos venezolanos, que llegaron en los recientes cinco días a Ciudad Juárez, Chihuahua, cruzaron ayer el río Bravo hasta llegar el lado estadunidense para pedir asilo político.
Los indocumentados permanecieron sentados cerca de la puerta 36, ubicada en la barda metálica por donde se ingresa a El Paso, Texas, y esperaron las camionetas de vigilancia de la Patrulla Fronteriza para entregarse.
Los agentes les ofrecieron regresar a México sin mayores trámites, lo que la mayoría rechazó. Aquellos que quedaron detenidos serán procesados y deportados; generalmente se les hace una ficha con fotografía, huellas digitales y su nombre.
Del lado estadunidense se colocaron elementos de la Guardia Nacional de Texas para extender la protección que las autoridades del vecino país ha montado a lo largo del río Bravo, la cual incluye alambre de púas.
En tanto, agentes de la Patrulla Fronteriza, sector Laredo, asignados a la Estación Norte dieron a conocer que el pasado 10 de abril rescataron en la avenida Santa María y Mann Road a nueve personas originarias de México (siete adultos y dos menores) que cruzaron por el río Bravo, se metieron en una alcantarilla y caminaron por el túnel más de 10 cuadras, “con riesgo de sofocarse”.