El presidente Andrés Manuel López Obrador cuestionó la decisión de las autoridades sanitarias de Estados Unidos para permitir la comercialización sin receta de la Naloxona, usada para contrarrestar una sobredosis provocada por opioides como el fentanilo.
Dijo que en lugar de ir a fondo y atacar el problema (el uso y abuso de drogas), se decide una medida paliativa “con la que se puede decir que no habrá fallecimientos”, pero no resuelve la adicción.
Hace unos días, la Administración de Alimentos y Medicamentos estadunidense (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó la venta sin receta médica de ese medicamento para atender casos de sobredosis a diversas drogas.
“En vez de ir al fondo, esto lo digo con todo respeto, vamos a paliativos, algunos pueden decir: ‘Es que así no van a haber fallecimientos’. Pero ¿será que esto va a convertirse en un medicamento para que ya no haya la adicción o es nada más prolongar la agonía? ¿Y quién hace ese fármaco? ¿Por qué no atender las causas?”, apuntó el jefe del Ejecutivo federal en la mañanera de ayer.
Al respecto, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, presente ayer en la conferencia de Palacio Nacional, detalló que la autorización de la venta de Naloxona “es una muestra de un pensamiento simplista para abordar un problema complejo cuando no se tiene la capacidad o no se tiene la intención de abordar las raíces de los problemas sociales”, los que vinculó a la pérdida de oportunidades y la exclusión de la mayoría de la juventud.
Se trata de un medicamento que contrarresta químicamente el problema del consumo de fentanilo y morfina, entre otros opioides, y el cual usa el personal médico o policías para atender este tipo de emergencias. No se pone en duda la efectividad del producto y que puede salvar vidas, sino se cuestiona el rumbo de las políticas de salud, así como presión de grupos de interés porque en México se incorpore el medicamento, subrayó López-Gatell.
“Es querer tapar el sol con un dedo y evadir el tratamiento de las causas profundas”. El uso de esta fármaco llevaría a una distracción, es una política errónea, advirtió el funcionario federal.
Previamente, el subsecretario federal presentó una campaña del gobierno federal en la que se alertará sobre los peligros del fentanilo, que es altamente adictivo aun en pequeñas dosis.
Refirió que en México el uso y adicción de ese opioide no es un grave problema de salud pública y social, pero el gobierno trabaja para prevenir y atender este tipo de flagelos. En Estados Unidos, en cambio, se ha convertido en una epidemia, pues 61.3 millones de personas consumieron en 2020 algún tipo de opioide, y las muertes asociadas a su consumo, sobre todo fentanilo, fueron 68 mil 630 para 2020 y 80 mil 411 en 2021, mientras en México fueron 26 y 19, respectivamente.