Moscú. El jefe del servicio de seguridad ruso (FSB), Alexander Bortnikov, acusó ayer a Ucrania y Occidente de reclutar y “adoctrinar” a jóvenes rusos para organizar ataques armados y “sabotaje”, como parte de la ofensiva en Ucrania.
“Los servicios de seguridad ucranios y sus jefes occidentales han lanzado una campaña ideológica y de reclutamiento agresiva dirigida a nuestros ciudadanos, en particular a la generación más joven”, afirmó Bortnikov en una reunión del Comité Antiterrorista ruso, de acuerdo con un comunicado.
Según Bortnikov, esta campaña pretende implicar a los rusos “en actividades subversivas, terroristas y extremistas” en Rusia.
Añadió que desde febrero se habían frustrado 118 “crímenes terroristas” en Rusia, “planeados por jóvenes y adolescentes”.
Estas palabras remiten a las de la semana pasada del presidente Vladimir Putin, quien acusó a los servicios secretos occidentales de estar implicados en ataques “terroristas” en Rusia.
A principios de marzo, el bloguero militar ruso Maxime Fomine, conocido por su apoyo a la ofensiva en Ucrania, murió en un atentado con bomba en un café de San Petersburgo.
Varios rusos también han sido condenados a largas penas de prisión por incendiar comisarías militares utilizadas para el reclutamiento de soldados.
Otros fueron condenados por publicar “información falsa” o “desacreditar” al ejército.
En tanto, el Parlamento ruso aprobó un proyecto de ley que permitiría a las autoridades emitir citaciones electrónicas a conscriptos y reservistas en medio de la guerra en Ucrania.
La Duma (cámara baja del Congreso) aprobó en segunda y tercera lecturas el proyecto, que ahora pasa al Consejo de la Federación (Senado) y finalmente a la firma del presidente Putin.
Contraofensiva ucrania en las próximas semanas
Las fuerzas armadas rusas se preparan para enfrentar una contraofensiva ucrania, que según Kiev y sus aliados occidentales comenzaría en las próximas semanas.
Las normas vigentes requieren la entrega en persona de las citaciones a conscriptos y reservistas llamados a las armas. En el pasado, muchos rusos evitaron el servicio militar al abandonar sus domicilios registrados.
El proyecto en discusión cerraría esa escapatoria. Las oficinas locales de conscripción seguirían enviando las citaciones por correo, pero se las consideraría válidas en el momento de aparecer en un portal estatal de servicios electrónicos.
A quienes no se presenten se les prohibirá salir de Rusia, se les quitará la licencia de conductor y se les prohibirá vender sus viviendas y otros bienes.
El proyecto ha generado temores de que el gobierno inicie otra movilización como la que ordenó Putin el año pasado.
El vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, declaró que las autoridades no tienen ese plan. Sostuvo que la intención del proyecto era dinamizar el sistema anticuado de citaciones a la luz de los defectos revelados en la movilización parcial del año pasado.
En septiembre, Putin anunció la movilización de 300 mil reservistas tras una contraofensiva ucrania que expulsó a las tropas rusas de amplios territorios en el este.
Se calcula que la movilización provocó un éxodo de cientos de miles de hombres rusos.
Por otra parte, el líder y fundador del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, aseguró que las tropas rusas controlan ya más de 80 por ciento de la ciudad ucrania de Bakhmut, ubicada en la región de Donietsk, en el este del país.