San Cristóbal de las Casas, Chis. Representantes de 244 indígenas desplazados del ejido Santa Martha, municipio de Chenalhó desde hace más de seis meses por disputas agrarias, demandaron a las autoridades de los tres niveles garantizar su integridad física porque hombres armados encabezados por dirigentes comunales los continúan amenazando.
Reynaldo Pérez, activista de derechos humanos, dijo que otras tres familias fueron expulsadas recientemente “por negarse a cooperar económicamente para la compra de armas. En Santa Martha sigue la violencia”.
En entrevista colectiva en Tuxtla Gutiérrez añadió que “el domingo subieron a la cabecera de Chenalhó, hombres con armas de fuego de la localidad de Axamilhó, perteneciente a Santa Martha, por lo que hemos solicitado la colocación de retenes en las entradas de Chenahló; es una preocupación porque no se garantiza la vida de los desplazados”.
Agregó que “en estos días ha habido persecución a los desplazados que están rentando una casa en la comunidad de Polhó, Chenalhó y no hay condiciones de seguridad”.
Dijo que las 66 familias, incluyendo a las tres expulsadas recientemente, no pueden regresar a Santa Marta por falta de condiciones de seguridad y porque sus casas fueron quemadas o destruidas.
Demandó el pago de los daños materiales y pidió que sean localizados cinco indígenas, entre ellos dos menores, desaparecidos desde principios de octubre.
Pérez sostuvo que existe escases de alimentos para los desplazados, por lo que han solicitado a las autoridades estatales dotación de maíz, ya que “la gente, los niños principalmente, está sufriendo”.
Subrayó: “Exigimos al gobierno que haya paz, tranquilidad y justicia para los pueblos indígenas, sobre todo para los niños (144) desplazados de Santa Martha. Hemos solicitado atención sicológica porque no tienen juguetes, ni ropa y a veces carecen de alimentos porque ellos están acostumbrados al pozol”.