Algunas vulnerabilidades del sistema financiero internacional se han destapado con el acelerado incremento en las tasas de interés. El choque actual no es como en 2008, las autoridades contuvieron el contagio a tiempo, pero hay preocupación por las vulnerabilidades que podrían estar ocultas, no sólo en los bancos, sino en los intermediarios financieros no bancarios (IFNB), alertó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Lo ocurrido con los bancos estadunidenses, ¿es preludio de más tensión sistémica que pondrá a prueba la resiliencia del sistema financiero mundial –una señal de alerta– o simplemente una manifestación aislada de las dificultades que provoca el endurecimiento de las condiciones monetarias y financieras tras más de 10 años de abundante liquidez?, se cuestiona el organismo en su más reciente Reporte sobre la Estabilidad Financiera Mundial.
El FMI reconoció que frente a las quiebras repentinas de Silicon Valley Bank y Signature Bank en Estados Unidos, y el deterioro de reputación en Credit Suisse, “la respuesta contundente de las autoridades para atajar los riesgos sistémicos aplacó el nerviosismo del mercado (…) pero la confianza sigue siendo frágil y aún persisten tensiones evidentes en varias instituciones y mercados, al tiempo que los inversionistas revalúan la solidez del sistema financiero”.
Ha habido un rápido aumento de los riesgos para la estabilidad del sistema financiero internacional, que ponen a prueba su resistencia, advirtió el organismo. Los indicadores de sostenibilidad de la deuda soberana “continúan empeorando en todo el mundo”, en especial en los países de ingreso bajo; que además de ser afectados por el encarecimiento de los alimentos y la energía, tienen un escaso o nulo acceso al financiamiento de mercado. Más de la mitad de ellos (37 de 69) se encuentra en niveles de sobreendeudamiento o tiene alto riesgo de llegar a él.
Tobias Adrian, director de asuntos monetarios y mercados financieros en el FMI, destacó que los mercados emergentes en su mayoría han gestionado “de forma relativamente ordenada el fuerte endurecimiento de la política monetaria en las economías avanzadas”, pero podrían enfrentar dificultades “si las tensiones actuales en los mercados financieros no se calman” y provocan una salida de capitales.
“Un fuerte endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, lo que se denomina un evento de ‘aversión al riesgo’, podría tener un impacto dramático en las condiciones crediticias y las finanzas públicas, especialmente en las economías de mercados emergentes y en desarrollo”, comentó Pierre-Olivier Gourinchas, director del Departamento de Estudios del FMI.
Precipitarían grandes salidas de capital, un aumento repentino de las primas de riesgo, una apreciación del dólar y grandes caídas en la actividad mundial.
“En un escenario a la baja tan grave, el crecimiento mundial podría reducirse a uno por ciento este año, lo que implicaría un ingreso per cápita casi estancado”, reportó.