Ciudad de México. El impasse en la propuesta de cabotaje hecha por el gobierno federal salva de momento 1.5 millones de empleos de manera directa, el desarrollo de aerolíneas mexicanas y se evita “la pérdida de la aviación mexicana como tal”, ratificó Ángel Catzín, presidente del Colegio de Pilotos Aviadores de México (CPAM).
El piloto aviador calificó como “muy positivo” que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya anunciado que no se incorporará el cabotaje en la nueva iniciativa que se enviará al Congreso para hacer cambios en las leyes de Aeropuertos y de Aviación Civil. El mensaje de fondo es “nada por la imposición todo por el diálogo”, consideró Catzín, a consulta de La Jornada.
Por la mañana, durante su conferencia diaria, López Obrador dijo que se enviaría una nueva propuesta para modificar las leyes de Aeropuertos y de Aviación Civil, y no se incorporará en ella la política de cielos abiertos. “Se quedó pendiente lo del cabotaje porque queremos verlo con más profundidad y estamos buscando un acuerdo con los trabajadores”, abundó.
El cabotaje permite que una aerolínea extranjera pueda volar entre destinos mexicanos sin salir del país y comercializar esa operación. El sector de aviación civil y sus trabajadores han criticado la propuesta por considerar que pone en riesgos empleos y, en general, abre la puerta a competencia en condiciones desiguales.
Las modificaciones a las leyes de aviación tienen como primera urgencia sentar las bases para la recuperación de la Categoría 1 en seguridad aeronáutica de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA). A finales de marzo, en conferencia de prensa, el subsecretario de Transportes, Rogelio Jiménez Pons, explicó que la demora legislativa en aprobar los cambios hizo imposible recuperar la certificación para abril o para mayo.
Jiménez Pons explicó que la propuesta original jamás promovió un "cabotaje indiscriminado", sino acotado a destinos e instalaciones estratégicas, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles; sin embargo, se podía prescindir de él para acelerar las modificaciones normativas exigidas por la FAA para agilizar la recuperación de la categoría 1.
Catzín refirió que el vuelco en la propuesta de cabotaje es resultado de un amplio diálogo. Lo urgente era evitar que se aprobaran los cielos abiertos, pero aún queda pendiente sentar las bases de "política aeronáutica de Estado", que comprenda desde seguridad, seguridad operacional, temas ambientales, de competencia y de asequibilidad para más usuarios, detalló.
Se consultó a las principales líneas aéreas al respecto, pero hasta ahora no han emitido comentarios.