Ciudad de México. Los múltiples choques que se han recargado sobre el tejido económico y social han anulado los avances en la reducción de la pobreza, y es probable que hayan retardado el cumplimiento de la meta mundial de erradicar la pobreza extrema en 2030, reconoció el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“La falta de espacio fiscal en medio de los altos costos de endeudamiento en los países en desarrollo ha entorpecido aún más los avances hacia otros Objetivos de Desarrollo Sostenible, avances que ya eran lentos antes de la pandemia”, amplió.

Si bien, la prioridad a resolver en el corto plazo es el encarecimiento de los alimentos en las economías que se ven más afectadas por la depreciación cambiaria, igual de urgentes se han vuelto problemas de largo plazo, como la agenda climática y el envejecimiento de la población, explicó el organismo.

En este engranaje, la deuda mundial registró el año pasado la disminución más pronunciada en siete décadas y se situó en torno a 92 por ciento del PIB a finales de 2022, todavía unos 8 puntos porcentuales por encima del nivel de finales de 2019.

“Estas reducciones considerables en las deudas y los déficits obedecen en gran parte a las dinámicas atípicas del crecimiento y la inflación”, refirió el FMI; sin embargo, a mediano plazo, se proyecta que los balances fiscales se mantengan con mayor deterioro que antes de la pandemia.

El FMI recalcó la urgencia de “fortalecer la arquitectura financiera internacional, en especial en el ámbito de la resolución de la deuda y el refuerzo de la red mundial de seguridad financiera”. Incluso para países de ingreso bajo, recalcó la necesidad de hacer más en cuanto al alivio de la deuda.

Costo de pensiones escalan en México

En su Monitor Fiscal, el organismo calculó que los compromisos por el pago de pensiones que pesan sobre México se enfilan a crecer hasta 59 por ciento más rápido que el gasto en salud: prevé que entre 2022 y 2050, los requerimientos en retiros aumenten 44.7 por ciento, mientras que las erogaciones en salud lo hagan 28.1 por ciento.

Al recuperar los estimados reportados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en los precriterios de política económica, el FMI anticipa que este año habrá un ajuste a la baja tanto en los ingresos del gobierno federal, así como en el gasto que se usa para hacer política pública.

Con esto se perfila que México reporte un superávit primario —diferencia que ingresos menos gastos, sin incluir los pagos de la deuda— de 0.2 por ciento del producto interno bruto (PIB) al cierre de 2023; mientras la deuda neta pasa de 49.7 por ciento el año pasado a 49.3 por ciento.