Frente a los policías de Blindaje Escudo, que cierran cada fin de semana las calles del centro histórico de Coyoacán, operan los franeleros que han establecido sus precios por un espacio de la vía pública con toda impunidad. Para cada automovilista que le permiten estacionarse la cuota es de 50 pesos.
Sin embargo, la tarifa sube de acuerdo con la demanda y estas vacaciones de Semana Santa “los cuidacoches hicieron su agosto” ante la mirada de los policías a cargo de la alcaldía a quienes también, señalaron los mismos franeleros, “hay que darles su cuota”.
El pago para los visitantes es un “cobro por derecho de piso”, y a pesar de que se ha denunciado a los uniformados, éstos recomiendan poner la queja en la alcaldía, porque es la autoridad que los autoriza.
“Mientras buscas adónde para la bolita, éstos hacen lo que quieren”, lamentó Raymundo Sánchez, quien intentó visitar la plaza, pero como se negó a pagar la cuota decidió retirarse para evitar que dañaran su auto, porque todo pasó frente a los policías y no intervinieron.
Vecinos y comerciantes de Coyoacán saben de la agresividad de estos grupos, que son permitidos por las autoridades, pero en esta administración, indicaron, “se han multiplicado”.
Del uso de las calles como estacionamiento todos reciben beneficios, “el que aparta el lugar, el líder, el funcionario de la alcaldía y los policías”, aseguro Brenda, novia de uno de los cuidacoches.
Los vecinos recordaron que al principio –hace mucho años– se les veía en las calles de avenida México, Malintzin, Abasolo, Higuera, Ignacio Allende, Aguayo, Francisco Sosa, prácticamente en todas las calles de entrada a los jardines Hidalgo y Centenario.
Además, en fechas importantes como el Día de la Candelaria, 15 de septiembre, 2 de noviembre, entre otras, ocupaban un cuadrante formado por las calles Xicoténcatl, Miguel Angel de Quevedo, Centenario y Cuauhtémoc, manifestaron los residentes.
Expresaron que desde el cierre del centro, que se hizo como una imposición, están por todas partes, desde Circuito Interior Río Churubusco, División del Norte, avenida Universidad. “Se les ve en los viveros, en el Frida Kalo, en las avenidas y cerca de restaurantes y cafeterías comercializando la calle”.
A pesar de que se trata de una práctica ilegal, “sería muy difícil que no los vieran, porque se ponen frente a las oficinas del alcalde, Giovani Gutiérrez, que con las patrullas cerró la vialidad para permitir el comercio informal, lo cual reditúa a los cuidacoches”.
A principios de este año, la alcaldía anunció que se realizaría un operativo en coordinación con la Secretaría de Seguridad Ciudadana para retirar a los franeleros y liberar vialidades, pero éste “nunca llegó al centro de Coyoacán”.