Londres. Irlanda del Norte conmemoró ayer el aniversario 25 del acuerdo de paz del Viernes Santo, que puso fin a tres décadas de un devastador conflicto intercomunitario. El 10 de abril de 1998, los líderes nacionalistas proirlandeses, en su mayoría católicos, y los unionistas probritánicos, sobre todo protestantes, alcanzaron un acuerdo de paz tras maratónicas negociaciones entre los gobiernos de Londres, Dublín y Washington.
El acuerdo puso fin a tres décadas de violencia que cobró más de 3 mil 500 vidas. La jornada de ayer transcurrió con tranquilidad, salvo en la ciudad fronteriza de Londonderry, donde hubo disturbios después de que la policía fue atacada en un desfile de republicanos disidentes. Además, un vehículo fue incendiado.
“Qué vergüenza”, reaccionó la diputada norirlandesa Kellie Arms-trong, quien consideró que fueron actos cometidos “por algunos que quieren devolver a Irlanda del Norte a un periodo sombrío”.
El presidente estadunidense Joe Biden, de origen irlandés, será recibido hoy en Belfast por el primer ministro británico, Rishi Sunak.
Los festejos se dan en medio de la parálisis de las instituciones regionales debido a los desacuerdos vinculados a la salida de Reino Unido de la Unión Europea. En virtud del acuerdo de paz, los republicanos y los unionistas deben compartir el poder en estas instituciones.