Guadalajara, Jal., El comunero Santiago Flores Ciprián, presidente del Consejo Autónomo de Autoridades Nahuas Tenamaxtla (Caanta) del ejido Ayotitlán –ubicado en el municipio de Cuautitlán de García Barragán, en el sur de Jalisco–, fue golpeado cuando intentó impedir que se talaran clandestinamente árboles de la región Tierras Negras, en la reserva de la biosfera Sierra de Manantlán, informaron dicho organismo indígena y la Red Jalisciense de Derechos Humanos (RJDH).
Flores Ciprián y otros integrantes del Caanta han sufrido agresiones al menos desde 2021. El año pasado, organizaciones integrantes del Observatorio Ciudadano por el Derecho Humano a la Verdad exigieron que se instale un cuartel de la Guardia Nacional (GN) en Ayotitlán, uno de los ejidos de mayor extensión en el país.
Según el Caanta y la RJDH, los actuales rondines de efectivos de la GN no garantizan la seguridad de comuneros nahuas y no evitaron que taladores clandestinos ingresaran al potrero llamado El Ginjirbito la tarde del domingo anterior. En un comunicado, expusieron que Flores Ciprián pretendió echar a los invasores, quienes lo golpearon.
Agregaron que de esta manera se intentó expulsar a Santiago Flores y a su familia de esa zona rica en maderas preciosas, y responsabilizaron de la agresión a las autoridades ejidales de Ayotitlán. Asimismo, reprocharon a los gobiernos municipal y estatal su omisión en brindar seguridad al comunero.
“El año pasado, la segunda visitaduría general de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Jalisco dictó dos medidas cautelares a su favor para que la Secretaría de Seguridad Pública del Estado lo protegiera de estos actos, y de maleantes que se hacen pasar por dueños de las parcelas de Santiago y su familia”, explicó la RJDH.
Igualmente, pidió la presencia de autoridades, incluida ahora la fiscalía del estado, ante los reiterados ataques contra miembros del Caanta.
La violencia se ha recrudecido en la región, con presiones del crimen organizado contra indígenas, desde que representantes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos visitaron Ayotitlán en septiembre pasado, y se exigió a través del Mecanismo Nacional de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas que se erija un cuartel de la GN, solicitud aún ignorada.