Ciudad de México. La audiencia inicial, por la probable comisión del delito de abuso sexual, cometido por Martín Rebolledo, un ex elemento de la Secretaría de Seguridad Pública, en agravio de Stephany Orozco Martínez, fue aplazada para el 20 de abril.

Tras salir de la sala de oralidad 19 del Poder Judicial de la Ciudad de México, ubicada en la calle de Dr. Lavista, colonia Doctores, la joven denunció que interpuso cuatro recursos más contra él, por intento de violación y contra sus familiares, por robo, amenazas y agresiones.

La “esperanza de alcanzar justicia y vivir en tranquilidad, se postergó, obligándonos a seguir escondida con mi esposo e hijos; y solicitar a las autoridades por cuarta ocasión el Código Águila, para que visiten periódicamente nuestro domicilio”, señaló.

Acompañada de integrantes de diversos colectivos que se manifestaron primero en las salas de oralidad del PJCDMX y después en el edificio de la Fiscalía General de Justicia, informó que el 24 de diciembre pasado denunció a su casero por abuso sexual.

La denuncia quedó asentada en la carpeta de investigación es CI-FIDS/FDS-6/UI-FDS-6-03/02855/12-7001 y este martes, cuando se celebraría la audiencia inicial, “no acude con el pretexto de que tuvo un accidente”.

El bajo cobro de renta por día de 150 pesos por un cuarto, dijo, la llevó a vivir con su familia en el edificio de Belisario Domínguez 43, colonia Centro, que “está a punto de venirse abajo y que, según dicen otros habitantes, ese señor lo invadió”.

Comentó que, “sí no le pagábamos dos días la renta, nos encerraba donde vivíamos, pero la necesidad nos llevó ahí, donde fui víctima de abuso sexual, por lo que después de presentar la denuncia, nos salimos, porque ese señor es muy agresivo y extorsiona a la gente”.

Las amenazas de muerte en nuestra contra, por parte de “los hijastros de ese señor, no se hicieron esperar, incluso golpearon a mi esposo y le robaron un reloj, y hubo un intento de violación en mi contra, por lo que se presentaron esas denuncias ante la Fiscalía”, indicó.

Con pancartas y consignas, las mujeres que acompañaron a Stephany exigieron a la Fiscalía actuar contra su agresor y no permitir que su caso quede impune.