La Agencia de Protección Sanitaria (Agepsa) de la Secretaría de Salud capitalina estima que una cuarta parte de las purificadoras de agua en la Ciudad de México carecen de un control de calidad, ya que se han encontrado en ellas contaminación del líquido por bacterias coliformes, e incluso animales muertos en las cisternas, lo que ocasiona enfermedades gastrointestinales.
El director general de la dependencia, Ángel González Domínguez, precisó que mil 582 de estos negocios están registrados ante la agencia, pero existe un sinnúmero que operan de manera clandestina, que sólo son identificadas cuando hay una denuncia de por medio, y de no cumplir con la norma sanitaria, se procede a su cierre.
De acuerdo con el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en la capital se tienen reportados poco más de 2 mil de estos establecimientos.
En entrevista con este diario, González Domínguez detalló que en la actual administración se han realizado 522 visitas de verificación, la mitad de ellas por denuncias de la población ante la presencia de hongos, algas, mal envasado o que la ingestión del líquido provoca vómitos o diarrea.
Señaló que por no con cumplir con la norma sanitaria se han clausurado 125 purificadoras. A los responsables, añadió, se les llama a comparecer y se les dan cursos de capacitación para que mejoren sus procesos de purificación del líquido.
Las irregularidades encontradas van desde la falta de lavado de los garrafones, depósitos en pésimas condiciones, con sedimentos, materia orgánica, hongos y un proceso inadecuado del flujo del agua, con filtros viejos o saturados, refirió.
Indicó que también es común que carezcan de control de plagas o que presenten análisis de calidad del agua por laboratorios que no están acreditados. “Cuando hay sospecha de contaminación, hacemos exámenes y hemos encontrado bacterias coliformes”, aseguró.
Dijo que la mayoría de los que no cumplen con la norma son negocios pequeños que han proliferado en la ciudad, sobre todo en alcaldías como Iztapalapa, Iztacalco y Xochimilco, pues las purificadoras reconocidas habitualmente tienen buenos procesos de purificación, aunque en muchas ocasiones otros establecimientos falsifican sus productos y utilizan el nombre.
Llamó a la población a revisar que las purificadoras cuenten con un aviso de funcionamiento, que debe estar en el negocio a la vista, y observar la higiene del establecimiento. “Si tienen dudas o indicios de una mala calidad del agua es importante que denuncien para verificar que operan adecuadamente”.