Bauchi. Hombres armados secuestraron al menos a 80 personas, en su mayoría mujeres y niños, en el estado nigeriano de Zamfara, una zona donde bandas armadas realizan secuestros en aldeas remotas para exigir rescates, dijeron los residentes ayer.
Al sureste del país, al menos 35 personas murieron en un ataque de pastores armados contra un campamento de desplazados internos situado en el estado de Benue. Comandos de distintas agrupaciones criminales han atacado cientos de comunidades locales en todo el noroeste de Nigeria desde hace varios años, mientras los militantes islamitas siguen perpetrando atentados en el noreste.
El secuestro más reciente tuvo lugar el viernes en la aldea de Wanzamai, en el área de gobierno local de Tsafe, en Zamfara, declararon tres residentes. Zamfara es uno de los estados más afectados por las privaciones ilegales de la libertad. Musa Usman, cuyo hijo Ibrahim, de 14 años, fue uno de los plagiados, dijo que los niños y las mujeres de la aldea estaban limpiando la tierra para cultivarla y recogiendo leña cuando fueron abordados con violencia por hombres armados, quienes los condujeron a un bosque cercano.
El portavoz de la policía de Zamfara, Mohammed Shehu, confirmó el incidente en un comunicado. La policía estaba trabajando con los militares y los guardias de seguridad de la comunidad para rescatar a las víctimas, sostuvo.
Haruna Noma, otro de los padres de las víctimas, manifestó que algunos de los secuestrados procedían de dos aldeas cercanas, Kucheri y Danwuri, y que habían ido a Wanzamai a despejar tierras para cultivar.
Los comandos aún no habían pedido rescate, según los residentes y los familiares de los agraviados. Amina Tsafe declaró que su hija también fue privada de su libertad y que la mayoría de los niños secuestrados tenían entre 12 y 17 años.