Un acto de autocensura salvó a figuras de la política de arder con pirotecnia en la quema de judas de la Alameda de Santa María la Ribera, en la alcaldía Cuauhtémoc.
Octavio Ceceña, vecino de la calle Eligio Ancona, lamentó no ver caracterizada a su alcaldesa, Sandra Cuevas, entre los cuatro diablos quemados; “pero allá está”, dice, y señala a una diabla con vestido blanco, formas exuberantes, labios carnosos, cabello alaciado y lentes de sol, entre una docena de figuras en exhibición elaboradas por la Escuela Itinerante de Cartonería.
Sobre la ausencia de personajes públicos entre los judas, uno de los artesanos admitió que querían sacar una “representación del mal, pero nos clausuraban”.
Al grito de “¡Viva la cartonería! ¡Vivan los artesanos!” empezó un recorrido alrededor de la alameda con los monigotes, acompañados de tecuanes, mojigangas y cabezones, y de vuelta al punto de partida, a un costado de la calle Jaime Torres Bodet, se hizo la quema. “¡Que ardan!”, clamaron los reunidos cuando el maestro pirotécnico Carlos Arredondo, creador de los judas, encendió la mecha al primero, que giró antes de estallar en pedazos.
Gerardo y Remedios, vecinos de la calle de Sauce, dijeron que aunque hace 20 años viven en la colonia, éste es el segundo año que acuden a presenciar la combustión.
“Son tradiciones que hay que preservar porque hacen comunidad. Algo que se ha ido perdiendo mucho en la ciudad es la convivencia y todo lo que se haga en colectivo se tiene que preservar”, comentó Gerardo.
Jessica Reyna, del colectivo Cartoneros de la Ciudad de México, organizador de la actividad junto con talleres y venta de artesanías de cartón, explicó que la tradición en la colonia se rescató en 2011, 40 años después de la última, y desde entonces se ha mantenido, salvo en 2020 por la pandemia y en 2021, cuando se llevó al Museo del Pulque y a las pulquerías en la colonia Centro.