En la víspera del Día Mundial de la Salud, la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer Elisa Martínez presentó el Manual de Autocuidado de la Salud en el Trabajo Sexual, el cual, dijo es un esfuerzo de más de 30 años de análisis y acción ciudadana de un equipo multidisciplinario, que intenta sintetizar la información con la que deben contar las personas dedicadas a está actividad.
Desde 1996, la Brigada Callejera ha atendido a más de 25 mil trabajadoras sexuales, meseras y bailarinas y el objetivo del manual “es brindar información a las personas dedicadas al trabajo sexual, a las promotoras comunitarias y al personal de salud”.
Detalló que el Manual de Autocuidado “pone en el centro del debate un punto crucial: la salud es integral y la decisión es personal. Centrando el análisis y debate entre las trabajadoras sexuales, cisgénero o transgénero”.
La guía se centra en el cuidado de la salud de estas trabajadoras “en contextos de precarización laboral y social. Su presentación es fiel al estilo de las historietas educativas que la organización ha popularizado en sus talleres y permite crear conciencia sobre el autocuidado y las necesidades sociales que entraña el trabajo sexual en México”.
El manual aborda el autocuidado en diversos padecimientos, entre ellos enfermedades digestivas; complicaciones antes y después del embarazo, enfermedades de la piel, Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), enfermedades vasculares y osteomusculares, enfermedades respiratorias, cirugías estéticas y tratamientos hormonales, salud mental y diabetes.
“Además, se incluyen 42 tablas con ocho categorías sanitarias. Cada tabla contiene información relacionada al padecimiento específico, sus causas y factores de riesgo, síntomas y molestias, método diagnóstico y tratamiento y prevención”.
La atención integral a la salud de las personas que ejercen el trabajo sexual es un eje prioritario para la prevención de la transmisión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y la reducción de ITS en México.
La Brigada Callejera destacó que “al ser una población clave, requiere contar con modelos de atención centrados en sus necesidades, y con sistemas de salud que ofrezcan atención libre de estigmas y discriminación y que garanticen un servicio de calidad”.