Ante la escasez de córneas para trasplantes, los investigadores universitarios Judith Zavala Arcos y Jorge Eugenio Valdez García desarrollaron un método con el cual se podrían “cultivar” estas membranas a partir de la reproducción celular, lo que ayudaría a reducir el costo de dichas intervenciones quirúrgicas y el tiempo que los pacientes deben esperar para recibir una donación.
En entrevista con La Jornada, los académicos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (ITESM) y fundadores de la empresa Ocular Bio Design explicaron que la idea de crear en laboratorio este tejido –que al volverse muy opaco puede generar ceguera en un paciente, por no permitir el paso de la luz hacia el fondo del ojo– surgió hace 10 años, al notar la falta de tejido corneal suficiente para operaciones de trasplante.
“El proyecto empezó con la intención de usar células madre (provenientes de la córnea), y ahora lo que queremos es usar las de otras fuentes, como la pulpa dental, para que sea un poco más accesible. Finalmente lo que hicimos fue conjuntar diferentes métodos, lo cual nos llevó a desarrollar uno propio para aislar células de córnea, cultivarlas y proliferarlas”, explicó Zavala.
Una vez obtenidos dichos elementos, se les multiplica en cajas de petri y después se les coloca en una membrana sintética de colágeno donde siguen creciendo hasta que se obtienen los tejidos necesarios. Con dicha técnica, los investigadores lograron en 2020 devolverle la vista a un grupo de conejos con ceguera, lo que demostró la viabilidad de la propuesta.
Aunque el equipo dirigido por Valdez y Arcos tuvo originalmente el financiamiento del Consejo Nacio-nal de Ciencia y Tecnología, dicho apoyo llegó a su fin, a lo cual se sumó el inicio de la pandemia de covid-19, lo que detuvo el camino avanzado por los expertos del Grupo de Investigación en Terapias Avanzadas en Ciencias Visuales del Tec.
“Todo esto aumentó el grado de dificultad para avanzar, y lo más frustrante es que ya estábamos con el modelo preclínico, por lo que nos dimos a la tarea de buscar financiamientos de otras maneras”, detalló.
La solución vino de la mano de la empresa de capital argentino Grid-X, la cual lanzó en 2021 una convocatoria para financiar empresas de base científica-tecnológica. De entre cerca de 200 proyectos de toda América Latina, el de los expertos mexicanos fue uno de los seleccionados, gracias a lo cual podrán culminar sus pruebas con conejos y después realizar ensayos preclínicos con seres humanos.
“En México hace mucha falta seguir los caminos del emprendimiento científico y pensar más allá de los papers, las patentes y los alumnos de doctorado que se gradúan. Si realmente quieres impactar en la sociedad, tienes que dar ese brinco y salir de la zona de confort”, recalcó Valdez, integrante del Sistema Nacional de Investigadores, nivel II.
Arcos indicó que actualmente el número de personas que esperan en México un trasplante de córnea es de unas 5 mil, cifra que no para de crecer, porque anualmente se realizan sólo la mitad de las operaciones que se requieren, lo que genera un efecto acumulado de “bola de nieve”. En la lista de espera de un donador, los pacientes pueden pasar desde nueve meses hasta dos años.