En medio del temor de una crisis bancaria, ante una tasa de inflación aún elevada y la perspectiva de un menor crecimiento económico este 2023, la percepción de los consumidores mexicanos sobre el momento actual y futuro de la economía mexicana y la de sus bolsillos se deterioró en marzo, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Tras seis meses de avances al hilo, el sentimiento del mexicano, medido a través del Indicador de Confianza del Consumidor, registró una caída mensual de 0.3 puntos en marzo; mientras que en su comparación anual aumentó 0.9 puntos.
Los datos que arrojó la Encuesta Nacional sobre la Confianza del Consumidor en 2 mil 336 viviendas urbanas a nivel nacional, que elaboran en conjunto el Inegi y el Banco de México, reflejaron que en marzo la confianza del consumidor en México se deterioró, ya que de los cinco principales componentes, sólo el que mide la situación económica del país esperada dentro de 12 meses aumentó 0.1 puntos, el resto, como situación económica en el momento actual de los miembros del hogar con respecto a la que tenían hace 12 meses y la del país hoy en día, comparada con la de hace 12 meses se estancaron. En tanto, la posibilidad para efectuar compras de bienes durables, tales como muebles, televisor, lavadora y otros aparatos electrodomésticos empeoró frente a febrero, al caer 2.1 puntos mensual, y la situación económica esperada de los miembros del hogar dentro de 12 meses, respecto a la actual cayó 0.1 puntos.
Así, el Inegi precisó que el avance de la tasa anual del índice confianza se explicó por el aumento de cuatro de cinco componentes que lo integran, impulsado por la situación económica actual y futura del país.
Durante marzo se presentó la quiebra de dos bancos regionales estadunidenses y del suizo Credit Suisse, lo cual prendió las alarmas de riesgo ante una crisis bancaria, la cual fue atajada por los bancos centrales con medidas de liquidez para las entidades en problemas; asimismo, los precios al consumidor se mantienen altos y la perspectiva de un menor crecimiento económico en Estados Unidos, principal socio comercial de México, se puede traducir en menores tasas de crecimiento, lo que provocó desconfianza entre los consumidores.