Un día después de dar a conocer que vendió 13 plantas de electricidad al gobierno mexicano, la española Iberdrola ratificó sus operaciones en México con una apuesta centrada en la transición a energías renovables.
“Un paso gigante en la apuesta por las energías limpias de Iberdrola y liderar la transición energética con hechos”, publicó la firma española en un video difundido ayer en sus redes sociales.
En el material publicado, asegura que tiene un “compromiso con México” y las energías renovables. Agrega que siguen “firmes” en su tarea de “descarbonización” a escala mundial y en contribuir al crecimiento “del país azteca”. Habrá “más inversión en energías limpias para seguir liderando la transición energética en el mundo”, dijo.
La transición significa, básicamente, que Iberdrola se desprende de 80 por ciento de su negocio de generación de electricidad en México para quedarse con sus operaciones en energías limpias, como parques eólicos o paneles solares.
El acuerdo consiste en que Iberdrola transferirá al gobierno de México 8 mil 400 megavatios de energía por medio de la venta de 13 plantas, 12 de ellas de ciclo combinado, por una suma que rondará los 6 mil millones de dólares.
Ignacio Sánchez Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, manifestó al presidente Andrés Manuel López Obrador que la apuesta de la empresa “líder de la transición energética” es continuar con sus operaciones en el país bajo cualquier política energética que ponga en práctica la administración pública.
A decir del directivo del consorcio español, las negociaciones comenzaron hace dos años, cuando se reunió por primera ocasión con el jefe del Ejecutivo mexicano, y pese a las diferencias se logró llegar a un acuerdo.
Las centrales como las que vendió Iberdrola al país combinan dos ciclos para generar electricidad: una turbina de gas natural y otra que opera con vapor.
El gobierno mexicano adquiere 12 plantas de ciclo combinado que se encuentran en Baja California, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa y Tamaulipas, así como una planta de energía eólica en Oaxaca.
La de Nuevo León es Dulces Nombres, con la cual Iberdrola tuvo varios problemas a finales del año pasado, pues la Comisión Reguladora de Energía le negó permiso para operar.