El discurso de odio se extiende más rápido y más lejos que nunca en el mundo, señala la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
“En línea y fuera de ella, el discurso de odio se dirige a personas y grupos en función de quiénes son. Tiene el potencial de encender y alimentar la violencia, generar ideologías extremistas violentas, incluidos los crímenes atroces y el genocidio”, advierte. Sólo de julio a diciembre de 2020 se eliminaron un millón 628 mil 281 contenidos de odio de las redes sociales, dijo.
Por ello, el organismo lanzó la guía Combatiendo los discursos de odio a través de la educación, con 12 recomendaciones a los Estados miembros, entre ellas generar planes y acciones concretas para frenar su difusión, aunque con respeto al derecho a la libertad de expresión.
Destaca que los discursos de odio, que se propagan principalmente en redes sociales, discriminan e infringen los derechos humanos individuales y colectivos, y socavan la cohesión social. Por ello, enfatiza que la educación “puede desempeñar un papel central en la lucha contra las narrativas de odio y el surgimiento de violencia dirigida a grupos”.