En los próximos 12 meses se podrían registrar más quiebras en los bancos estadunidenses pequeños y medianos o europeos, sin que se transforme en una crisis financiera más amplia, estimó la mayoría de los analistas que encuestó FocusEconomics.
“En una encuesta que realizamos a mediados de marzo, la mayoría de los analistas esperan más problemas financieros para los bancos estadunidenses y europeos durante los próximos 12 meses. Sin embargo, el consenso fue que los acontecimientos recientes no presagian el comienzo de otra crisis financiera mundial, ya que las autoridades han tomado medidas inmediatas para evitar las preocupaciones del mercado”, destacó.
Durante aproximadamente un año, desde que la Reserva Federal (Fed) comenzó a subir las tasas en marzo de 2022, todo estuvo tranquilo en el frente financiero, con el enfoque de los bancos centrales de los mercados desarrollados firmemente puesto en controlar la inflación por encima de la meta. Las cosas cambiaron abruptamente a principios de marzo de este año con los colapsos de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank, y la ignominiosa adquisición de Credit Suisse por parte del gigante bancario suizo UBS. Desde entonces, las acciones y los depósitos en otros bancos se han visto afectados por los temores sobre qué instituciones son las siguientes en la fila para quebrar. La firma de análisis explicó que este tipo de entidades financieras están sujetas a estándares regulatorios más bajos que los grandes, luego de la reversión parcial de la ley Dodd-Frank tras la crisis de 2008-2009.
Además, las agresivas alzas de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos han provocado grandes pérdidas no realizadas en las carteras de bonos de los bancos, lo que los ha puesto en riesgo de fuga de depósitos.
Sin embargo, prácticamente ningún encuestado ve que la situación se transforme en una crisis financiera más amplia. Los grandes bancos de Estados Unidos todavía están sujetos a los requisitos más estrictos establecidos después de la crisis financiera mundial de 2008. Además, el nerviosismo del mercado se ha calmado con la decisión de las autoridades estadunidenses de garantizar todos los depósitos, tanto asegurados como no asegurados, en SVB y Signature Bank, junto con el anuncio de la Fed de financiamiento adicional para las instituciones financieras.
El impacto de las recientes turbulencias bancarias en las economías de Estados Unidos y Europa será moderado. Es probable que las condiciones financieras se endurezcan un poco, debido a los inversionistas asustadizos y las prácticas crediticias más cautelosas de los bancos, aunque esto podría compensarse parcialmente con aumentos de tasas menores a los anticipados anteriormente. Sin embargo, si, en contra de las expectativas, ocurre una crisis financiera sistémica, todas las apuestas estarían canceladas.