A cinco días de la tragedia ocurrida en la estación migratoria de Ciudad Juárez con un saldo de 39 personas fallecidas, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que desde hace más de una semana comenzó a plantear la posibilidad de una reforma al Instituto Nacional de Migración (INM). Habló de una reunión con Alejandro Solalinde con el fin de conformar un consejo que coadyuvara en las políticas de la institución, “para buscar que no se violen los derechos humanos de los migrantes y se les proteja”.
En su conferencia mañanera de ayer admitió “lo doloroso que ha sido. Y lo confieso, me ha dolido mucho, me ha dañado. He tenido momentos difíciles, el más difícil fue lo de la explosión de Tlahuelilpan, ese ha sido el más duro, el que más me ha afectado anímicamente; y luego éste, me conmovió, me partió el alma”.
Tras reconocer el impacto anímico de la “desgracia”, López Obrador dijo que lo único que le ha permitido transitar en esto es “que hemos hecho mucho por los migrantes. Desde que llegué hay constancia que he estado duro y dale pidiéndole al gobierno de Estados Unidos que se atienda a los migrantes para que no se vean en la necesidad de abandonar sus pueblos”.
Reporte diario
Informó que al día siguiente del incendio en que perdieron la vida los 39 migrantes, envió a Ciudad Juárez a Luis Rodríguez Bucio, subsecretario de Seguridad Pública, para que le reportara diariamente del estado de los enfermos, pues ha recorrido los nosocomios. Indicó que en todos los casos se encuentran en hospitales federales, sean del IMSS o del Issste, donde se les proporciona todo lo necesario.
Al abundar sobre los cambios en el INM, sobre el consejo que promueve sea encabezado de manera honoraria por Solalinde –impedido por ley debido a su condición de religioso–, dijo que también entre quienes dicen defender a los migrantes hay muchos “seudodefensores” y “falsarios”.
Recordó que hace unos días se reunió con legisladores estadunidenses a quienes planteó la necesidad de asignar recursos a Centroamérica para atenuar las causas de la migración. Dijo que ante el planteamiento de los congresistas de que Estados Unidos canaliza apoyos a organizaciones civiles que se abocan a atender la problemática migratoria, les comentó que gran parte de ese dinero se queda en los carros que traen y los hoteles que usan quienes conforman esas organizaciones.
Esa misma situación pasa con la Organización de Naciones Unidas: “en mi discurso de la ONU hablé del porqué de la migración, de la pobreza en el mundo y cómo la ONU no ha hecho absolutamente nada, pero eso sí, hay una constelación de aparatos burocráticos de la organización para todo. Esos burócratas viven muy bien, ganan muy buenos sueldos, viajan por todo el mundo y no hacen realmente nada en beneficio de la gente”.