De 2014 a la fecha por lo menos 4 mil 400 migrantes han muerto y desaparecido en la frontera entre México y Estados Unidos, según datos del Proyecto Migrantes Desaparecidos (MMP, por sus siglas en inglés) de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Advierte que en el continente americano esta frontera es donde más sucesos así se reportan, ya que de los 7 mil 667 casos registrados, 57.38 por ciento fueron en esta zona.
Señala que si bien en más de un tercio de los casos se desconoce la causa del fallecimiento del migrante, en los demás se sabe que han sido principalmente por ahogamiento, en especial en el río Bravo y los canales circundantes; por las duras condiciones ambientales y la falta de refugio, alimentos y agua. También son víctimas de accidentes vehiculares, caídas desde el muro fronterizo debido a la irregularidad del terreno y de la violencia.
La OIM reconoce que por la escasa presencia de personas a lo largo de las fronteras, la vastedad de los territorios y los terrenos inhóspitos, en gran cantidad de casos los restos de los migrantes son encontrados mucho tiempo después del deceso, cuando ya no es posible establecer su causa.
Igualmente, advierte que el aumento en los controles y la vigilancia de la migración en todo México ha hecho que las personas deban recurrir a rutas más remotas y clandestinas, las cuales constantemente “implican tomar medios de transporte altamente inseguros y caminar a través de largas franjas de terreno desolado donde los migrantes con frecuencia deben enfrentar abusos sistemáticos, extorsión y suelen ser heridos”.
La recopilación de este tipo de información por parte del MMP tiene como fuentes datos de autoridades mexicanas y estadunidenses, así como reportes de medios de comunicación.