Roma. El Vaticano condenó ayer el pasado colonial de la Iglesia católica, al rechazar la “doctrina del descubrimiento” de América, aunque se abstuvo de reconocer su culpa o responsabilidad en los abusos cometidos, y si bien repudió las bulas papales emitidas en el siglo XV que autorizaron esclavizar a los indígenas, no habló de revocarlas.
En un documento elaborado por los Dicasterios para la Cultura y la Educación y el Servicio del Desarrollo Humano Integral, en respuesta a las demandas de las comunidades indígenas sobre estos acontecimientos, la santa sede argumenta que este concepto “no forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica”.
Los documentos pontificios en cuestión, escritos en un periodo histórico específico y relacionados con cuestiones políticas, nunca fueron considerados expresiones de la fe católica” ni de la misión evangelizadora en el nuevo continente.
Esos decretos papales respaldan la “doctrina de descubrimiento”, un concepto legal acuñado en la decisión de la Suprema Corte de Estados Unidos en 1823 que se interpreta como que la propiedad y soberanía de las tierras pasó a los europeos porque ellos las “descubrieron”.
El principio se citó de forma más reciente en una decisión de 2005 de la Suprema Corte que afectaba a la nación indígena oneida, redactada por la difunta jueza Ruth Bader Ginsburg.
Específicamente, el documento apunta a las bulas V Dum Diversas (1452) y Romanus Pontifex (1455), del papa Nicolás, y a la Inter Caetera (1493), del papa Alejandro VI, que fueron emitidos a los entonces reinos de España y Portugal para expandir sus territorios en América, África y Asia con el pretexto de extender el catolicismo.
Los decretos, según el documento, fueron “manipulados” con fines políticos por las potencias coloniales “para justificar actos inmorales contra pueblos indígenas, los cuales se realizaron, en ocasiones, sin oposición de la Iglesia”.
El texto apunta que “muchos cristianos han cometido actos de maldad contra las poblaciones indígenas, por los cuales los papas recientes han pedido perdón en numerosas ocasiones”, como lo hizo Francisco en julio pasado durante su viaje a Canadá, donde el sistema escolar indígena sometió a cientos de miles de niños a abusos físicos y sexuales desde el siglo XIX hasta 1996 con el propósito de aislarlos de la influencia de sus hogares y su cultura.
La publicación completa se puede leer en: https://bit.ly/3M8CD63
En tanto, la salud del papa Francisco mostró una “marcada mejoría” gracias a un tratamiento con antibióticos intravenosos por bronquitis, por lo que podría ser dado de alta en los próximos días, informaron el Vaticano y sus médicos.