Ciudad de México. Al observar que la inflación general disminuyó más de lo previsto, el Banco de México (BdeM) moderó su incremento a la tasa de referencia. Este jueves la junta de gobierno del banco central decidió de manera unánime un aumento de un cuarto de punto porcentual a la tasa de interés interbancaria a un día para llevarla a 11.25 por ciento. En este contexto, analistas anticipan que el ciclo alcista ha llegado a su fin.
De esta forma, como anticipaban especialistas, el BdeM puso fin a un ciclo en el que seis veces había aumentado la tasa que define el costo al que se financian empresas y familias en medio punto porcentual y cuatro veces en tres cuartos de punto, ante niveles de inflación más altos de lo esperado.
Pese a que la inflación de la mitad de marzo fue menor a la esperada, en su comunicado de política monetaria indicó que para 2023 y 2024 las expectativas se incrementaron nuevamente, mientras las de mayor plazo se mantuvieron relativamente estables. Los pronósticos para las inflaciones general y subyacente se ajustaron marginalmente, aunque mantienen una trayectoria estable.
El BdeM mantiene su pronóstico de que la inflación converja a la meta de 3 por ciento con una tolerancia de un punto porcentual hacia arriba o abajo en el cuarto trimestre de 2024; en este contexto indicó que tomará su próxima decisión en función del panorama inflacionario, considerando la postura monetaria ya alcanzada.
Explicó que el pronóstico para la inflación está sesgado al alza, con riesgos como la persistencia de la subyacente en niveles elevados, depreciación cambiaria ante eventos de volatilidad financiera internacional, mayores presiones de costos y en los precios de energéticos y agropecuarios.
Monex destacó que la decisión produjo pocas sorpresas, pues ya había sido anunciada desde la reunión de febrero y es similar a la que adoptó la Reserva Federal la semana pasada. Sin embargo, el comunicado contiene algunos gestos que lo distinguen de las versiones anteriores, sobre todo al mostrar un menor grado de preocupación en torno a la dinámica inflacionaria, lo que podría preparar el camino para el cese del ciclo alcista.
Un punto importante, añadió es que el BdeM espera que la inflación cierre 2023 en 4.8 por ciento frente al 4.9 por ciento del comunicado anterior, que aunque es un ajuste menor, va en el sentido contrario a lo que se había observado desde mediados de 2021, cuando el entorno inflacionario estuvo sujeto a un deterioro incesante.
Ve por Más recalcó que si bien la guía futura del banco central fue más ambigua que en ocasiones anteriores, no espera más ajustes en la tasa de interés de referencia, lo que coincide con el pronóstico de Monex y contrasta con el de la firma financiera Value, que prevé un nuevo aumento de un cuarto de punto porcentual en la reunión de mayo.
Monex agregó que su pronóstico de que el ciclo de alzas ha llegado a su fin se basa en que en los dos meses siguientes se dará el mayor descenso de la inflación en los pasados 3 años, con crecientes probabilidades de que el avance de los precios se ubique debajo de 6 por ciento para la segunda quincena de abril.
Sistema financiero sólido
El BdeM hizo énfasis en las dificultades que enfrentan ciertas instituciones bancarias en Estados Unidos y Europa, las cuales han tenido un impacto limitado sobre el sistema financiero nacional.
“La banca en México cumple de manera holgada con los requerimientos regulatorios de liquidez y capitalización”, apuntó.
Asimismo, señaló que se mantendrá atento a la evolución de los eventos en los mercados financieros internacionales y cualquier posible impacto en el sistema financiero local.
Resaltó que la actividad económica nacional ha mostrado resiliencia ante un entorno externo complejo y a principios de 2023 continuó creciendo a un ritmo moderado, al tiempo que el mercado laboral muestra fortaleza.