El acelerado desarrollo de la inteligencia artificial (IA) tuvo como reacción una serie de llamamientos de parte de más de mil profesionales de la tecnología en todo el mundo. Esta semana pidieron que se haga una pausa a la evolución de estos sistemas, incluido el del popular ChatGPT. Ante dicho panorama, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) se manifestó para pedir a los países miembros de la organización que apliquen sin demora su recomendación sobre la ética esta tecnología.
“El mundo necesita normas éticas más estrictas para la inteligencia artificial: es el gran reto de nuestro tiempo. La recomendación de la Unesco determina el marco normativo apropiado. Todos nuestros estados miembros la aprobaron en noviembre de 2021. Es hora de aplicar las estrategias y normativas a nivel nacional. Tenemos que predicar con el ejemplo y asegurarnos de que cumplimos los objetivos de la misma”, declaró Audrey Azoulay, directora general de la Unesco.
El primer marco normativo mundial de su tipo orienta a los países sobre cómo maximizar los beneficios de la IA y reducir los riesgos que conlleva. Para ello, contiene valores y principios, pero también recomendaciones políticas detalladas en todos los ámbitos pertinentes.
Entre las principales preocupaciones del organismo están los aspectos éticos que plantean estas innovaciones tecnológicas en términos de lucha contra la discriminación y estereotipos, incluidas los de género, la fiabilidad de la información, la privacidad y la protección de datos, así como los derechos humanos y el medio ambiente.
La recomendación de la Unesco también señala herramientas para garantizar que los desarrollos de la IA se atengan al estado de derecho, evitando daños y asegurando que, cuando se produzcan, los afectados dispongan de mecanismos de rendición de cuentas y reparación.
Asimismo, proporciona una herramienta de evaluación que permite a cada estado miembro valorar si está preparado para aplicar la inteligencia artificial en su territorio, permitiendo conocer las competencias y aptitudes que necesitan los profesionales del sector a fin de establecer una regulación sólida.
Hasta ahora, poco más de 40 naciones en el mundo han comenzado a colaborar con la Unesco en el desarrollo de controles y equilibrios utilizando la recomendación. La medida también exige a los países que den a conocer de manera regular sus progresos y prácticas en el ámbito de la inteligencia artificial en forma de informe periódico cada cuatro años.
En el próximo Foro Mundial de la Unesco sobre la ética de la inteligencia artificial, que se realizará en Eslovenia en diciembre, se presentará un informe acerca de los progresos realizados.