La mayoría de los integrantes de la bancada de Morena en el Senado frenaron anoche la posibilidad de citar a comparecer a los titulares de las Secretarías de Gobernación (SG) y de Relaciones Exteriores (SRE), Adán Augusto López y Marcelo Ebrard, respectivamente, para que respondieran sobre la muerte de 39 extranjeros en una estación migratoria de Ciudad Juárez, como pretendía la oposición y planteó el propio coordinador de los guindas, Ricardo Monreal.
Después de un debate de más de seis horas en el que prevalecieron gritos, insultos y exabruptos de senadores del PAN y el grupo plural, quienes pretendían que esa cámara solicitara la renuncia de ambos funcionarios, la mayoría de los morenistas se impusieron y se acordó únicamente citar al titular del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, demandar una amplia investigación a la Fiscalía General de la República (FGR) e integrar un grupo plural de legisladores para dar seguimiento a la tragedia.
Los opositores insistieron una y otras vez en que los titulares de la SG y la SRE son responsables de la muerte de los migrantes, hablaron hasta de genocidio, y en respuesta los morenistas los llamaron “buitres y carroñeros” y advirtieron que, a diferencia de lo sucedido en la guardería ABC, el gobierno federal no permitirá la impunidad.
Varias horas después, Monreal expresó de forma sorpresiva que “no se puede ocultar la gravedad del hecho” y aseguró que estaban de acuerdo en citar a comparecer a Ebrard y López Hernández.
De inmediato, su compañera de bancada Malú Micher, que antes salió en defensa del canciller, ya que forma parte de su equipo de campaña, expresó su oposición. De todas formas, el propio Monreal planteó ese agregado al pronunciamiento que haría el Senado, pero perdió la votación, ya que fueron sólo 39 a favor, 41 en contra (de buena parte de su grupo) y dos abstenciones.
El orden del día se modificó y se trató únicamente ese tema. El incendio en la estación migratoria de Ciudad Juárez no debe quedar “como un lamentable accidente o descuido, debe investigarse”, expuso Mónica Fernández, al presentar el punto de acuerdo a nombre de Morena.
Planteaba sólo que la SG, la SRE y el INM pusieran en marcha acciones inmediatas de atención a las víctimas, revisión de todos los centros de detención y control de migrantes y las investigaciones de la FGR y la Secretaría de la Función Pública. “¡Ah, qué chingados! ¿Qué no lo debe hacer todos los días? ¿Esto es lo que están proponiendo? ¡Qué huevotes, qué vergüenza!”, exclamó encolerizado el panista Gustavo Madero.
También en tono de crispación, Emilio Álvarez Icaza, del grupo plural, golpeó el atril varias veces para asegurar que en México se trata a los migrantes como delincuentes: “Recibimos 30 mil al mes y ni siquiera hay dónde darles de comer. ¡Carajo! ¿Qué tiene que pasar?”
Otra panista, Lilly Téllez, acusó a los morenistas de ser “cómplices de ese crimen de Estado” y los llenó de insultos y epítetos.
La priísta Beatriz Paredes planteó crear una comisión especial para dar seguimiento a las investigaciones, “que nos permita llegar hasta sus últimas consecuencias sobre la responsabilidad de las autoridades competentes” y la comparecencia del titular del INM, que finalmente se aceptó.