Monterrey, NL., El juzgado segundo de distrito en materia administrativa otorgó al alcalde de San Pedro Garza García, Miguel Treviño de Hoyos, una suspensión provisional en contra de la refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex) Rogelio R. Lara Sosa, ubicada en el municipio de Cadereyta.

La resolución fue dictada ayer como parte del expediente 329/2023 y obliga a la planta a realizar revisiones en sus procesos para evitar que provoque mayor contaminación en la zona. La juez Claudia Elena Hurtado de Mendoza determinó que el próximo 10 de abril se realizará la audiencia incidental.

El fallo señala: “Se concede la suspensión provisional para el efecto de que la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), por sí o a quien corresponda, instruya que se supervise el cumplimiento del marco aplicable de las normas oficiales mexicanas NOM-085-Semarnat-2021, NOM-148-Semarnat-2011 y NOM-022-SSA1-2019”.

El documento indica también que debe “en todo momento existir una coordinación entre las responsables a fin de facilitar el ingreso a los espacios físicos que fueran necesarios para las tomas de muestras de ser el caso, o bien, proporcionar la información que acredite el respectivo cumplimiento".

El pasado 13 de marzo, Treviño de Hoyos promovió un amparo para que fueran supervisadas dichas instalaciones de Pemex y a fin de reducir sus emisiones contaminantes en el área metropolitana de Monterrey; para tal efecto, presentó 4 mil 150 firmas de neoleoneses a los que convocó días antes.

El edil, quien no milita en partido político alguno, refirió que este “es un triunfo de los ciudadanos” que le otorgaron su apoyo, testimonios y rúbricas para proceder en contra de la operación de la refinería debido a que causa daño al medio ambiente.

“Esto nos marca la pauta para que continúe el juicio y tengamos información certera sobre cuál es el nivel de las emisiones que está teniendo Pemex y, eventualmente, garantizar nuestro derecho al aire limpio y a la salud”, añadió.

Con la suspensión, señaló Miguel Treviño, la ASEA deberá realizar inspecciones de las emisiones de azufre, de las calderas y de la concentración de dióxido de azufre y confirmar que se respeten las normas ambientales.

“Lo más importante es abrir esa caja negra que ha sido la refinería de Cadereyta y que la gente conozca los reportes técnicos sobre lo que está pasando ahí a partir de un proceso de producción que, claramente, está fuera de estándar”, recalcó.

El 20 de marzo, el secretario de Medio Ambiente de Nuevo León, Félix Arratia Cruz, fijó un plazo de dos semanas para que la planta de Pemex controlara sus emisiones contaminantes o de lo contrario, dijo, sería clausurada.

El funcionario dejó abierta la posibilidad de trabajar en un plan integral de remediación con la directiva de la petrolera, pero advirtió que si en el periodo señalado no disminuyen las emanaciones, el gobierno estatal suspenderá sus actividades, facultad “que la propia ley ambiental (local) señala”.