Ciudad de México. El costo financiero de la deuda pública se disparó 47.4 por ciento durante el primer bimestre de 2023, empujado por las altas tasas de referencia que también ya muestran el encarecimiento de las obligaciones en moneda extranjera; incluso, los pagos por intereses y administración del endeudamiento público superaron en ocho mil 551 millones de pesos lo previsto por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

La dependencia detalló que la carga de la deuda para los dos primeros meses del año sumó 150 mil 95.5 millones de pesos, prácticamente 12 de cada 100 pesos del gasto público que se concretó en el periodo y cerca de la mitad del presupuesto que tendrá para todo 2023 el programa de pensión para adultos mayores.

Desde hace meses, las finanzas públicas han enfrentado una mayor carga por el costo financiero de la deuda interna, dados los incrementos dictados por Banco de México en la tasa objetivo. Entre el cierre de febrero del año pasado y éste, la referencia pasó de seis por ciento a 11 por ciento, prácticamente el doble. Sin embargo, también ya se exhibe el encarecimiento de la deuda externa.

Hacienda exhibió que los 150 mil 95.5 millones de pesos pagados por intereses y costos de administración de la deuda entre enero y febrero superaron 94 mil 499.5 millones de pesos lo pagado por el mismo concepto en el primer bimestre de 2022 y excedió en ocho mil 550.7 millones lo previsto en el programa.

El costo financiero de la deuda interna alcanzó 70 mil 630 millones de pesos, 98.7 por ciento más que en el primer bimestre de 2022; mientras las obligaciones externas —que representan 40 por ciento del endeudamiento bruto—, alcanzaron 79 mil 464 millones de pesos, 19.9 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado.

En lo que respecta a ingresos, la dependencia informó que éstos aumentaron 4.4 por ciento respecto al año pasado, sumaron un billón 109 mil 768.4 millones de pesos, aunque se quedaron cortos en 87 mil 500 millones de pesos, respecto a lo que Hacienda tenía calculado captar. El rezago viene por el lado de los ingresos petroleros.

Si bien la entrada de recursos por el lado de la comercialización de petróleo aumentó 2.4 por ciento respecto al año pasado, con los beneficios concentrados en la Petróleos Mexicanos (Pemex), se encuentran rezagadas en 90 mil 605.4 millones de pesos respecto al programa.

En este componente de ingresos petroleros se mezcla un precio del crudo 0.6 por ciento mayor al que estimó la dependencia y un tipo de cambio más fuerte por el lado del peso, que al convertir las ganancias de un mercado que se comercializa en dólares implican una reducción.

Por otro lado, los ingresos no petroleros aumentaron 4.7 por ciento; en específico, los derivados de la recaudación lo hicieron 4.2 por ciento, impulsados sobre todo por el impuesto sobre la renta, que no sólo avanzó 8.2 por ciento respecto al año pasado, sino que captó 25 mil 335.7 millones de pesos más que lo programado por la dependencia.

Condiciones distintas reportó el impuesto al valor agregado, el cual se asocia al consumo. Durante el primer bimestre cayó 0.1 por ciento en términos reales respecto al año pasado y se quedó 45 mil 408 millones de pesos por debajo de lo previsto por hacienda, mientras el impuesto especial sobre producción y servicios se redujo 3.2 por ciento y quedó 9 mil 768 millones por debajo de lo planeado.

En cuanto al gasto, éste sumó un billón 211 mil 36.9 millones de pesos, 3.5 por ciento menos que el año pasado, al tiempo que también acumula un subejercicio de 204 mil 896.7 millones de pesos, el cuál fue registrado en todos los ramos del sector público, con excepción de la Comisión Federal de Electricidad y el costo financiero de la deuda.

En cuanto al Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público —la medida más amplia de la deuda— alcanzó 14 billones 28 mil millones de pesos a febrero, una reducción de 2.5 por ciento en términos reales, respecto al mismo periodo del año pasado.