Darío Villeda, ex trabajador de la alcaldía Álvaro Obregón, se suicidó luego de hacer públicas presuntas amenazas de muerte por parte de la titular de esa demarcación, Lía Limón, así como de Mariana Rodríguez Mier y Terán, directora general de Gobierno, “porque no encontré salida del daño que me causaron a mí y mi familia por el simple hecho de denunciar toda la maldita corrupción”.
Antes de quitarse la vida, Villeda grabó un video y escribió una carta “para dejar constancia de que fueron las causantes de mi decisión al convertirme en su enemigo número uno, cuando yo supuestamente era parte de un equipo en el que creí y pensé iba a haber buen gobierno.
“Acuso a Mariana por todo lo que se vive en establecimientos mercantiles, en la vía pública y la maldita corrupción en obras, donde cobran hasta más de medio millón de pesos en tolerarlas, (eso) le generó una gran molestia.”
Dijo que la funcionaria lo amenazó con quitarle su puesto de carnitas ubicado en la colonia Paraíso, lo cual sucedió el miércoles 22, “dejando sin empleo a cinco familias”, la suya, la de su mamá, hermanos y sobrinos.
En la grabación hecha horas antes de dispararse en el pecho, indicó que la alcaldesa quería obligarlo a firmar la instalación de una malla ciclónica que se logró con presupuesto participativo y no estaba terminada, “pues de no hacerlo yo estaba en contra de ella. La grave corrupción que se vive en la demarcación”, sobre todo en vía pública, lo llevó a renunciar a la alcaldía el 30 de enero “porque me puse en los zapatos de los comerciantes, porque mi familia lo son, pero ya no tiene sustento.
“A la señora alcaldesa, prepotentemente, tajantemente, se le ocurrió quitarme el puesto como venganza, como castigo… lo hizo con dolo afectando a mi familia.”
La madre de Darío, Verónica Rodríguez, hizo responsable de los hechos a ambas funcionarias, quienes no sólo les quitaron su puesto de carnitas, sino lo amenazaron y lo hicieron vivir en la angustia y zozobra.
“Quién me va a devolver a mi hijo, ya lograron lo que querían”, y denunció que “Mariana no lo quería ver porque era de Morena”, mientras la alcaldesa le dijo que no lo iba a perdonar: “Necesita venir de rodillas, llorando a pedirme perdón y a ver si cambio”, comentó la mujer entre lágrimas.
En sus redes sociales, el hombre presumía fotos en las que apoyaba a la alcaldesa Lía Limón y los actos en los que participaba.