El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó la muerte de migrantes en un albergue en Ciudad Juárez, Chihuahua, y detalló que habrían sido algunos extranjeros quienes iniciaron el incendio que provocó la tragedia al prender fuego a colchonetas como protesta para evitar ser deportados.
El mandatario arrancó la conferencia matutina de ayer en Palacio Nacional poco antes de la siete de la mañana, refiriéndose brevemente al percance que se suscitó la noche del lunes en la ciudad fronteriza. Informó que en ese espacio de internamiento se encontraban ciudadanos procedentes sobre todo de Centroamérica y de Venezuela. A esa hora se tenía registro de 39 víctimas, pero no se conocían ni sus nacionalidades ni sus nombres. (Por la noche el Instituto Nacional de Migración informó que oficialmente son 38 los muertos e identificó a todas las víctimas).
“Quiero informar algo muy lamentable, muy triste. Anoche, como a las nueve y media de la noche, se produjo un incendio en un albergue de migrantes en la frontera, en Ciudad Juárez, y tenemos hasta ahora como informe que perdieron la vida 39 migrantes (…) Pues muy triste que esto suceda”, señaló.
Explicó que los primeros informes apuntaban a que el incendio habría sido causado varios de los extranjeros. “Esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron a partir, suponemos, de que se enteraron que iban a ser deportados, movilizados, y como protesta en la puerta del albergue pusieron colchonetas y les prendieron fuego, y no imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia”.
El jefe del Ejecutivo informó que hasta el lugar del percance se habían trasladado el titular del INM, Francisco Garduño; personal de la Fiscalía General de la República, “para proceder legalmente”, y otras autoridades.