Pese a que el trabajo doméstico remunerado ha sido una ocupación primordialmente femenina, los hombres perciben los mejores sueldos en este tipo de ocupación, pues las plazas laborales en las que se emplean tiene mejor sueldo, según revelan cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi).
En vísperas del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar (30 de marzo), las personas ocupadas en el trabajo doméstico remunerado perciben ingresos mensuales promedio de 3 mil 829 pesos.
Los hombres cuyo ingreso en promedio fue de 4 mil 399 pesos, obtuvieron 632 pesos más que las mujeres que percibieron 3 mil 767 pesos, de acuerdo con estimaciones de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe).
Lo anterior se explica por que las ocupaciones en las que hay más participación de los hombres que de mujeres –como jardinería, vigilancia, choferes y cuidados de personas– tienen, en promedio, mayores ingresos mensuales.
La clasificación de las personas ocupadas en el trabajo doméstico remunerado, por nivel de ingresos, muestra que dos de cada tres (66.7 por ciento) ingresó hasta un salario mínimo; 24.2 por ciento percibió más de uno y hasta dos salarios mínimos y 2.6 por ciento, más de dos salarios mínimos.
El Inegi señaló que se observa una diferencia en los niveles de ingresos según el sexo de las personas ocupadas: 69.2 por ciento de las trabajadoras del hogar percibió hasta un salario mínimo y 43.5 por ciento de los hombres estuvieron en este rango salarial. Por el contrario, mientras que 7.9 por ciento de los hombres trabajadores del hogar percibieron dos o más salarios mínimos, 2.2 por ciento de las ocupadas se ubicó en este nivel de ingresos.
En México, de acuerdo con la Enoe, las personas de 15 años y más ocupadas en el trabajo doméstico remunerado ascendían a 2.5 millones al cuarto trimestre del 2022, cifra equivalente a 4.2 por ciento del total de la población ocupada.
Hay 2.4 millones de personas ocupadas en el trabajo doméstico remunerado a quienes se las clasifica como subordinadas y remuneradas. Así, 97.5 por ciento de las y los trabajadores domésticos declaró no tener una relación laboral formalizada por un contrato; 2.5 por ciento sí contaba con uno. De este porcentaje, 72.3 por ciento tenía un contrato de base, planta o por tiempo indefinido; 12.2 por ciento contaba con uno temporal y 1.2 por ciento no especificó el tipo.
En promedio, las personas trabajadoras domésticas remuneradas laboraron 33 horas a la semana. Del total, 57.5 por ciento trabajó menos de 40 horas a la semana, 30 por ciento cumplió jornadas de entre 40 y 48 horas y 10.6 por ciento tuvo jornadas semanales superiores a las 48 horas.
La duración de la jornada presenta también diferencias, mientras 9.1 por ciento de las trabajadoras del hogar cumplieron jornadas de más de 48 horas a la semana, el porcentaje de hombres fue de 27.5 por ciento. En contraparte, 53.6 por ciento de las ocupadas en el trabajo doméstico remunerado laboró menos de 35 horas por semana. En los hombres, este porcentaje fue de 27.4 por ciento.