El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) afirmó que la propuesta de Estados Unidos para atender las demandas de asilo de personas que llegan –sin autorización– y transitan vía México, es violatoria de los principios del derecho internacional.
Si bien reconoció que la migración es un “complejo desafío en la frontera”, negar a las personas la posibilidad del asilo sin haberlo solicitado en los países por donde transitaron antes de llegar a Estados Unidos, no puede ser la solución.
Refirió que la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados reconoce que las personas refugiadas pueden no tener más opción que entrar a un país de asilo de manera irregular.
Para el Acnur resulta preocupante que, aunque la disposición del gobierno de Joe Biden contempla motivos de impugnación, podría llevarse a cabo el retorno forzado de las personas a sus países de origen, donde su vida o su seguridad corren peligro, lo que está prohibido por el derecho internacional.
La agencia de Naciones Unidas también admitió que las iniciativas para ampliar las vías regulares y seguras de ingreso a territorio estadunidense son necesarias, pero “no deben afectar el acceso al asilo, sino ir acompañadas del fortalecimiento de las capacidades de tramitación y de medidas eficientes para gestionar los mecanismos de recepción y entrada en cruces fronterizos regulares”.
Solicitó al gobierno estadunidense reconsiderar la disposición propuesta para este tema y ofreció información sobre alternativas para abordar el problema, con las cuales se podría “honrar la larga tradición” de esa nación de protección de las personas que se ven forzadas a huir de sus lugares de origen.
Ofrece apoyo
Insistió en la importancia de abordar los crecientes y cada vez más complejos movimientos de refugiados y migrantes en América, pero de igual forma es necesario observar la situación de quienes están expuestos a graves riesgos, como la explotación y abusos por parte de redes criminales.
También ofreció su apoyo para el diseño de reformas más amplias, que incluyan potenciar la equidad, la calidad y la eficiencia del sistema de asilo. Algunas buenas prácticas consisten en adoptar procedimientos simplificados de trámites, recepción y registro en las fronteras, así como el acceso a servicios de asesoría jurídica.