"El camino de la historia no está pavimentado como la avenida Nevsky en San Petersburgo; atraviesa campos, ya sean polvorientos o fangosos, y se abre camino entre pantanos o malezas boscosas", escribió Nikolay Chernyshevsky, un gran académico y crítico ruso en el siglo XIX.
Aproximadamente en dos siglos, el mundo ha llegado una vez más a una encrucijada en la historia en la que los países enfrentan opciones trascendentales: entre la polarización y la prosperidad común, y entre el juego de suma cero y la cooperación de ganancia compartida.
En su discurso en el Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú el 23 de marzo de 2013, el presidente chino, Xi Jinping, observó que la humanidad, al vivir en la misma aldea global en la misma era donde se encuentran la historia y la realidad, ha emergido cada vez más como una comunidad de destino común en la que cada uno tiene en sí mismo un poco de los demás.
Durante la última década, China se ha dedicado a construir una comunidad de futuro compartido de la humanidad y a buscar un desarrollo de ganancia compartida con acciones concretas, en un intento por transmitir la antorcha de la paz a través de las generaciones, sostener el desarrollo y hacer que la civilización florezca. Con todos estos esfuerzos, China está tratando de responder a la gran pregunta de la humanidad: qué tipo de mundo se espera y cómo construirlo.
DESARROLLO SOSTENIBLE
A lo largo de las últimas décadas, China se ha convertido en la segunda mayor economía del mundo y se ha integrado profundamente a la economía global en el curso de impulso de su reforma y apertura y en la búsqueda de la modernización.
Entre los requerimientos esenciales de la modernización china se encuentran la construcción de una comunidad de futuro compartido de la humanidad y la creación de una nueva forma de avance humano, de acuerdo con el Informe al XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh).
Con este fin, el país ha tomado una serie de acciones no sólo para ayudar a estimular el crecimiento económico, sino también para garantizar el derecho al desarrollo de todos los países y cerrar la brecha entre el Norte y el Sur.
En 2013, Xi propuso la iniciativa de la Franja y la Ruta, una solución para impulsar el desarrollo común en el mundo. Hasta el momento, ha aportado cerca de 1 billón de dólares de inversión, ha creado unos 420.000 empleos locales y ha ayudado a sacar de la pobreza a aproximadamente 40 millones de personas, con el despegue de numerosos proyectos de transporte e industriales, tales como la Zona de Cooperación Económica y Comercial de Suez TEDA China-Egipto.
Costantinos Berhutesfa, profesor de política pública en la Universidad Adís Abeba de Etiopía, considera que la iniciativa es "el tipo de segunda globalización".
Como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU ha sufrido reveses en medio de los sucesivos eventos de "cisne negro", Xi presentó la Iniciativa de Desarrollo Global en 2021, que tiene como objetivo crear sinergias con la agenda y forjar una asociación de desarrollo global unida, equitativa, equilibrada e inclusiva.
Además, China ha establecido plataformas de cooperación como la Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, por sus siglas en inglés), ha impulsado proyectos de libre comercio como el Puerto de Libre Comercio de Hainan y se ha unido a mecanismos multilaterales, incluida la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), en su esfuerzo por ayudar a desarrollar una economía global abierta.
Para garantizar que todos los países disfruten de los mismos derechos, sigan las reglas como iguales y compartan las mismas oportunidades, Xi, en la inauguración del Foro Empresarial del BRICS el año pasado, reafirmó su llamado a defender el sistema de comercio multilateral centrado en la OMC, promover amplias consultas y contribuciones conjuntas y fortalecer la gobernanza económica mundial.
"El futuro global de la especie humana… es un tema que exige la atención de las personas en todo el mundo. Hay tantas cosas que deben hacerse. Así que China puede tomar la iniciativa en eso", dijo a Xinhua Martin Albrow, un miembro de la Academia de Ciencias Sociales de Reino Unido.
El ex primer ministro de Egipto Essam Sharaf dijo creer que el concepto de construir una comunidad de futuro compartido de la humanidad es "sumamente importante, especialmente en las condiciones globales actuales".
SALVAGUARDAR LA PAZ
Hermann Hesse, ganador del premio Nobel de literatura en 1946, durante su discurso en el banquete de la entrega del Nobel, propugnó por una mentalidad que sea "internacional y supranacional" y "que no debe servir ni a la guerra ni a la aniquilación, sino a la paz y a la reconciliación".
En 2017, al mencionar las ideas de Hesse en su discurso en la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, Xi pidió fomentar asociaciones basadas en el diálogo, la no confrontación y la no alianza. "Mientras mantengamos la comunicación y nos tratemos mutuamente con sinceridad, se puede evitar la 'trampa de Tucídides'", dijo.
Su llamado es más válido en la actualidad, ante el aumento en los déficits de paz, desarrollo, confianza y gobernabilidad, con el estallido de conflictos regionales, el resurgimiento de una mentalidad de Guerra Fría y diversos desafíos a la seguridad.
Bajo estas circunstancias, Xi propuso la Iniciativa de Seguridad Global en 2022, cuyo objetivo es eliminar las causas de raíz de conflictos internacionales, mejorar la gobernanza de la seguridad mundial, fomentar los esfuerzos internacionales conjuntos para generar más estabilidad y certeza, y promover la paz y el desarrollo duraderos.
Recientemente, la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudí e Irán luego de conversaciones facilitadas por China ejemplifica el valor de la iniciativa.
Considerando a China como un socio fiable y confiable, Hani Wafa, editor en jefe del periódico Al-Riyadh, un importante diario en Arabia Saudí, dijo que el papel de Beijing en la distensión entre Riad y Teherán es tan importante como el propio acuerdo. Ese rompehielos histórico puede traer esperanza de paz a Medio Oriente, agregó.
El papel de China en la defensa de la paz también se puede ver en la crisis de Ucrania. Al conversar con el presidente ruso, Vladimir Putin, durante su reciente visita a Moscú de este marzo, Xi dijo que sobre la crisis de Ucrania, China siempre ha acatado los propósitos y principios de la Carta de la ONU, ha seguido una posición objetiva e imparcial y ha alentado activamente las conversaciones de paz. China ha basado su posición en los méritos de la cuestión en sí mismo y se ha mantenido firme en favor de la paz y del diálogo y en el lado correcto de la historia, añadió.
Estos hechos demuestran el compromiso de China de promover un nuevo tipo de relaciones internacionales y de ampliar la convergencia de intereses con otros países.
En años recientes, Beijing ha proporcionado una amplia gama de bienes públicos para ayudar a abordar varios desafíos de seguridad que preocupan al mundo. Por ejemplo, China es uno de los países que más tropas aporta y la segunda mayor fuente mundial de financiación de las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU.
"Mientras que otros países envían fuerzas militares a todo el mundo para participar en guerras, establecer bases militares en países de otros pueblos, y acciones similares, las fuerzas armadas de China van al extranjero para ayudar a preservar y defender la paz", dijo Keith Bennett, quien se ha especializado en China desde hace tiempo y es vicepresidente del 48 Group Club de Reino Unido.
Mientras que ciertos países se apegan a un juego de suma cero o a una mentalidad de que el ganador se lo lleva todo, China tiene propuestas detalladas para hacer realidad la idea de un futuro compartido, agregó.
HACIENDO FLORECER LAS CIVILIZACIONES
La búsqueda de China para construir una comunidad de futuro compartido de la humanidad se deriva de elementos célebres de la cultura tradicional china.
En un mundo donde la paz, el desarrollo, la equidad, la justicia, la democracia y la libertad se convierten en valores comunes de la humanidad, los países y regiones han elegido diferentes caminos hacia la modernización, lo cual tiene sus raíces en sus únicas y ancestrales civilizaciones.
En el caso de China, ha hecho realidad los milagros de un rápido crecimiento económico y una estabilidad social a largo plazo a través de su propio camino hacia la modernización y la democracia popular de proceso entero, rompiendo el mito de que "modernización significa occidentalización".
Por lo tanto, sostiene que la tolerancia, la coexistencia, los intercambios y el aprendizaje mutuo entre diferentes civilizaciones desempeñan un papel insustituible para el avance del proceso de modernización de la humanidad.
En la Reunión de Alto Nivel del PCCh en Diálogo con Partidos Políticos Mundiales, que tuvo lugar el 15 de este marzo, Xi propuso la Iniciativa de Civilización Global y pidió respetar la diversidad de civilizaciones, defender los valores comunes de la humanidad, valorar la herencia y la innovación de las civilizaciones y fortalecer los intercambios entre personas y la cooperación internacionales.
"Estamos totalmente de acuerdo con las cuatro propuestas presentadas por el presidente chino Xi en la Iniciativa de Civilización Global", dijo el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, también presidente del Congreso Nacional Africano, quien participó en el diálogo y agregó que la iniciativa es vital para el mundo actual.
Asadollah Badamchian, secretario general del Partido de la Coalición Islámica de Irán, dijo que seguir la medida propuesta por China es "un deber".
"Los pueblos del mundo deben ser invitados a poner sus civilizaciones y culturas en la cesta de la civilización mundial, y luego, ellos, dentro del marco actual de las relaciones y comunicaciones globales y considerando la industria, el progreso y los avances futuros, todos juntos deben avanzar hacia una civilización construida sobre todas las civilizaciones humanas", dijo.