Ciudad de México. Desde hace 10 años el sector inmobiliario es el que más concesiones ha obtenido para la explotación de aguas subterráneas, aseguró el integrante del Frente por la Defensa de los Derechos de los Pueblos y Barrios Originarios de la Cuenca del Anáhuac, Alejandro Velázquez, quien refirió que “el total de líquido aprobado es de 4 millones 911 mil 776 metros cúbicos anuales”.
Afirmó que de acuerdo con información del Registro Público de Derecho del Agua, esa cantidad representa más de la mitad de los permisos vigentes en la Ciudad de México, correspondiente a 13 proyectos inmobiliarios –aunque algunos cuentan con dos concesiones–, lo que “sería suficiente para otorgar 100 litros diarios a por lo menos 134 mil 569 habitantes”.
Según la investigación que realiza Velázquez, “la ubicación geográfica de los pozos de agua muestra la existencia de los procesos de acaparamiento. Los privados predominan en las zonas de mayor nivel socioeconómico” al encontrarse en las alcaldías Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc, en las colonias Polanco, Ampliación Granada, Tabacalera, Santa Fe y San Jerónimo.
“Sólo tres se hallan en zonas de un estrato económico más bajo, ubicadas en el pueblo de Santa Úrsula Coapa, en la colonia Granjas y en la colonia Guadalupe Tepeyac.”
Grandes empresas
Entre los nombres de los concesionarios se encuentran Torre Reforma Colón, Plaza Tepeyac, Ventana Polanco, Suburbia, Grand Suit CDMéxico, Torre Monet, University Tower, Conjunto Estadio Azteca, High Park Reforma y unidad habitacional Lago Xochimilco.
En la investigación titulada Gestión del agua para grandes construcciones, privatización, mercantilización, acaparamiento, resistencias y alternativas de la sociedad organizada, Velázquez señala que es necesario “modificar el pensamiento mágico que considera que las medidas de mitigación son para mejorar el entorno de los habitantes afectados. Tiene cierto grado de discriminación ver cómo la imagen urbana se mejora cuando los espacios públicos pretenden ser utilizados para el sector empresarial o para fines comerciales”.
Es decir, “las mejoras no están pensadas para las personas que ya residen ahí, es para adecuar el espacio público a las necesidades de los nuevos habitantes o los nuevos megaproyectos. ¿Por qué no se mejora el espacio público de los pueblos o colonias populares cuando no hay megadesarrollos de por medio?”
Consideró que “no es que no haya suficiente agua, sino que está distribuida de forma desigual para favorecer a unos cuantos. En ese sentido, la llamada escasez es siempre relativa, se vive de forma desigual de acuerdo con las condiciones sociales y económicas de los diversos pueblos, barrios y colonias.
“Algunos reciben agua todo el tiempo, a todas horas: plazas comerciales, megaproyectos; otros reciben agua unos cuantos días a la semana e incluso de mala calidad” expuso, y que hace poco en algunas zonas de la capital nada más la tienen durante algunas horas durante la madrugada.