Tel Aviv. Decenas de miles de israelíes salieron ayer a las calles de todo el país a protestar contra las controvertidas reformas judiciales impulsadas por el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, incluida la ley que impide que un premier sea declarado no apto para ocupar un cargo, y que fue aprobada por la Knéset.
Los agentes usaron a cañones de agua y a policías a caballo para despejar la carretera Ayalon en Tel Aviv, bloqueada por manifestantes. Horas antes, la policía usó también hidrobombas en Haifa para liberar otro bloqueo vial.
En esta capital, miles de personas ondearon banderas e hicieron sonar sus bocinas al obstaculizar el tráfico en plena jornada laboral. Un pequeño grupo quemó neumáticos en la calle, bloqueando brevemente los camiones, y la policía dispersó a manifestantes que coreaban sus quejas frente al principal centro de convenciones de la ciudad.
Las autoridades confirmaron la detención de 26 personas en Tel Aviv, y 30 fueron arrestadas en otros puntos del país, afirmó el diario The Times of Israel. Entre los detenidos figura la activista Shikma Bressler, una de las líderes del movimiento contestatario, quien fue liberada poco después.
La reforma busca incrementar el poder de los parlamentarios sobre el de los jueces. Según sus detractores, pone en peligro la democracia israelí y podría eximir al premier de enfrentar un juicio por corrupción.
Leyes a modo del premier
El Parlamento avaló ayer una ley que limita la posibilidad de declarar al primer ministro no apto para ejercer su cargo, y que según sus detractores, está hecha para blindar a Netanyahu. Los diputados adoptaron por 61 votos contra 47 la enmienda que señala que un jefe del Ejecutivo sólo podrá ser inhabilitado en caso de incapacidad física o mental, si él lo pide o tras una votación parlamentaria con mayoría de las tres cuartas partes.
En Londres, la Cámara de los Comunes instó al primer ministro británico, Rishi Sunak, a aprovechar una próxima reunión que tendrá con Netanyahu para expresarle la preocupación que existe por la posible violación de los derechos humanos por parte de su gobierno, además de los constantes choques violentos con los palestinos.
El diputado laborista Bambos Charalambous refirió ante legisladores que Sunak “tiene la opción de usar la relación cercana entre gobiernos para adoptar una postura clara a favor de las garantías civiles, el respeto al derecho internacional y su compromiso con la democracia”.
Agregó que es angustiante ver diluidas las posturas de Londres hacia el conflicto israelí-palestino, incluido el “la solución de dos estados”.
En tanto, Amir Imad Abu Khadija, de 25 años, murió por disparos israelíes ayer cerca de Tulkarem, en Cisjordania reocupada, en el primer día del mes sagrado musulmán del ramadán, informó el Ministerio de Sanidad palestino.
El ejército israelí indicó haber llevado a cabo una operación en Shufa, cerca de Tulkarem, para detener a un sospechoso que participó en varios ataques con armas de fuego contra israelíes. Las Brigadas de Tulkarem, un grupo armado local, indicaron que Abu Khadija era uno de sus “dirigentes y fundadores”.
“Pido a todas las partes que se abstengan de tomar medidas unilaterales que agraven las tensiones” y de “cualquier acción provocadora en este delicado momento”, dijo ayer ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el enviado para la paz en Medio Oriente de la organización, Tor Wennesland.