La Paz. El presidente boliviano, Luis Arce, declaró ayer estar dispuesto a diseñar una política de litio junto con otros países latinoamericanos para beneficiar a sus economías y proteger el lucrativo recurso del intervencionismo estadunidense.
Se calcula que Bolivia tiene 21 millones de toneladas de litio sin explotar, la mayor cantidad del mundo, que se encuentran en una zona de extensos salares que delimitan el llamado “triángulo del litio”, que también se extiende por el norte de Chile y Argentina.
“Gravitar en el mercado de manera soberana, con precios que beneficien a nuestras economías, debe ser algo que nos enlace. Y una de las formas, ya planteada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, es pensar en una suerte de ‘OPEP del litio’”, sostuvo Arce.
Acoso externo del Comando Sur
“No queremos que nuestro metal esté en los ojos de ningún Comando Sur ni que sea motivo de desestabilizaciones a gobiernos democráticamente electos o acosos externos”, agregó.
Sus comentarios se producen 15 días después de que la general del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, sostuvo en una audiencia del Congreso que China explotaba los recursos de la región y que sus acciones podrían obstaculizar las condiciones de inversión privada. “No invierten, extraen”, dijo Richardson.
El mayor productor de litio del mundo es la minera estadunidense Albermarle, que opera en el norte de Chile. Empresas estadunidenses como Livent Corp también están preparadas para suministrar el elemento argentino a BMW .
La demanda de este recurso, utilizado en baterías recargables para automóviles y productos electrónicos, elevó los precios del metal a más de 85 mil dólares por tonelada a fines del año pasado.