Ciudad de México. La firma francesa Millon y Asociados realizará el 3 de abril la primera gran venta de este año en París de patrimonio arqueológico en su mayoría vinculado a México, por el número de piezas ofertadas y su alto precio estimado.
La puja Los imperios de luz IV: Colecciones privadas europeas de arte precolombino oferta 109 lotes, de un total de 148, provenientes de culturas mesoamericanas asentadas en el territorio que conforma ahora nuestra nación, pese a la continuada oposición de México y otros países de América Latina.
En el caso de la actual subasta, un dictamen del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) concluyó que de los lotes originarios de nuestro país México según Millon, 83 son monumentos arqueológicos mexicanos, por sus “características de forma, estilo, materia prima, proporciones, acabados de superficie y estado de conservación de cada pieza”.
La obra ofertada con un precio de salida más alto es un hacha votiva de la cultura olmeca, por la cual esperan recibir entre 40 mil y 70 mil euros (alrededor de 806 mil y un millón 400 mil pesos). La escultura representa al dios del maíz y está fechada entre los años 900 y 600 antes de nuestra era.
Las siguientes tres según el mayor precio estimado también están descritas como pertenecientes a nuestro país. Se trata de una figura de pie totonaca, un vaso maya y un ídolo antropomorfo mezcala (de la que no se consigna la colección a la que pertenece hasta ahora). Están valuadas entre 30 y 45 mil euros (alrededor de 600 mil y 900 mil pesos).
Destaca que muchas de las piezas provienen de la tradición denominada tumbas de tiro, ubicada en zonas de Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Sinaloa y Zacatecas. Se sabe que en muchas ocasiones estas creaciones han sido saqueadas y vendidas en el mercado negro, ya que, según el historiador y arqueólogo Daniel Salinas Córdova, han tenido mucha demanda en el mercado mundial.
La casa de subastas explicó en su sitio web que “se pondrán a la venta varias piezas importantes procedentes de grandes colecciones privadas europeas reunidas en la década de 1970, así como un centenar de obras culturales de América centradas en las distintas culturas precolombinas.
La firma hizo hincapié en la “presencia” de las culturas de México, “especialmente a través de esculturas de diosas calipigias en terracota olmeca, bellos ídolos mezcala de rasgos estilizados de Guerrero y estatuas de chamanes de Colima en terracota finamente modeladas”.
Asimismo con “tallas antropomorfas de Nayarit, estatuillas ocarinas ricamente vestidas de Veracruz” y la presencia del mundo maya “con excepcionales vasijas del periodo clásico”. También hay piezas mexicas de las culturas de Tlatilco, chontal, mixteca, de Teotihuacan y Los Tuxtlas, entre otras.
También enlista “magníficas piezas de orfebrería colombiana” y objetos de las civilizaciones andinas de Ecuador y Perú.
El catálogo de la puja, a cargo de los expertos Serge Reynes y Romain Beot, detalla que los lotes fueron adquiridos antes de 1973 y mayoritariamente provienen de las colecciones de la galería Mermoz y de Yvon Collet, cuyos nombres son constantes en los listados de venta de patrimonio arqueológico.
Otras personas que ponen a la venta estas piezas son Alfred Stendhal, Spencer Throckmorton, Dominico Traversa, Alonso Cajigas, Stéphane Janssen, Samuel Dubiner, Alain Brisset y una decena más.
En 21 de los lotes no se consigna quién es el poseedor hasta ahora de estas obras de las culturas mexicanas. En algunos casos sólo señala que fueron vendidas en subastas previas, lo cual les da un precedente de legalidad, señalaron especialistas consultados por La Jornada.
Salinas Córdova comentó que en muchas pujas “la procedencia de las piezas es gris”, y “pese a los esfuerzos de la casa de subastas para asegurar su autenticidad en el catálogo, existe la posibilidad de que varias sean piezas más modernas realizadas para satisfacer la demanda de estas antigüedades”.