Autoridades de Sinaloa localizaron los restos de José Noriel Portillo Gil, El Chueco, homicida de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, quienes fueron asesinados en junio del año pasado en la iglesia del poblado de Cerocahui, en el municipio serrano de Urique, Chihuahua.
De acuerdo con versiones de funcionarios locales, El Chueco fue ejecutado el pasado 18 de marzo en una brecha en el municipio de Choix, Sinaloa.
El fiscal general de Chihuahua, César Jáuregui Moreno, informó en conferencia de prensa que Diana Carolina Portillo, hermana del fallecido, identificó y reclamó el cuerpo, que fue trasladado a Los Mochis, Sinaloa, para su velorio.
Sin embargo, Jáuregui indicó que sólo confirmará la identidad del cadáver cuando concluyan los exámenes genéticos.
El funcionario refirió que para la identificación del cuerpo viajaron a Sinaloa el director de la Agencia Estatal de Investigación, Arturo Zuany, así como personal de la fiscalía y de inteligencia militar.
No hay justicia: sacerdotes
El jesuita Javier Ávila, conocido como El Pato, señaló que espera que la muerte de El Chueco no se la vaya a acreditar ningún gobierno de cualquier nivel, “porque para mí es una derrota” y manifiesta “incapacidad para imponer la justicia, porque tuvieron que entregar el cuerpo al gobierno”.
La Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús declaró que el hallazgo del cadáver “de ninguna manera puede considerarse un triunfo de la justicia ni solución al problema estructural de violencia en la sierra Tarahumara”.
Al contrario, “la ausencia de un proceso legal conforme a derecho en relación con los homicidios implicaría un fracaso del Estado mexicano frente a sus deberes básicos y confirmaría que en la región las autoridades no detentan el control territorial. De confirmarse, este desenlace no es el que esperábamos ni es por el que trabajamos”, subrayó en un comunicado.
Los jesuitas en México indicaron que esperan que la identidad del cadáver sea plenamente corroborada, antes de fijar una postura. “Desde nuestra perspectiva de fe, lamentamos el fallecimiento de la persona, cuyo cuerpo fue encontrado por las autoridades de Sinaloa, como lamentamos todas y cada una de las vidas segadas por la violencia que impera en el país. Rechazamos la difusión de imágenes sobre el hallazgo”.