La Paz. La policía boliviana dispersó ayer a maestros que pretendían ingresar a la plaza donde está la casa de gobierno en La Paz, en una nueva jornada de protestas de los docentes que ya llevan más de tres semanas movilizados en demanda de más presupuesto para la educación.
La policía utilizó gas pimienta y lacrimógeno para dispersar a los manifestantes. No se informó de detenidos. La marcha sumió en el caos las calles del centro de La Paz, que se han visto alteradas por movilizaciones diarias de los maestros llegados desde el interior del país.
El dirigente Ludwing Salazar indicó que 30 maestros resultaron heridos por la acción policial.
“Con los profesores tenemos que radicalizar mucho más nuestra lucha”, mencionó su colega, Felipe López.
El ministro de Educación, Edgar Pary, sostuvo que hay “intransigencia de los maestros” y que este año la asignación para el sector equivale a 10.8 por ciento del presupuesto nacional.
Los docentes también rechazan la implementación de una nueva currícula propuesta por el gobierno que, aseguran, les recarga horas sin reconocimiento salarial.
Las negociaciones se han roto y los profesores amenazan con masificar su protesta ante la falta de respuesta de las autoridades.
En Bolivia hay unos 140 mil maestros que dependen del presupuesto público y la educación es gratuita y obligatoria hasta el bachillerato.
Los educadores aseguran que la calidad educativa está por debajo de la de los países vecinos y que necesitan una mayor contratación de profesores.