Mexicali, BC., Las condiciones críticas de la cuenca del río Colorado podrían constituir una “megasequía” para California, Estados Unidos, y Baja California, México (región conocida como Calibaja), advierte un estudio realizado por el Colegio de la Frontera Norte en colaboración con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El investigador Alfonso Cortez Lara reconoce en dicho documento que los niveles de almacenamiento de los embalses en esta región son altos ahora, pero a largo plazo está amenazada la seguridad hídrica.
En el estudio, titulado Megasequía de la cuenca del río Colorado, implicaciones y alternativas para la región Calibaja, el doctor propone un cambio en la gestión de la demanda de agua y orientarla hacia el principio de “precaución, para restringir las actividades intensivas de uso del líquido”.
Sostiene que debe haber una “gobernanza democrática, transformadora y multinivel para las aguas transfronterizas”, así como una investigación colaborativa “de vanguardia” sobre los nexos agua-energía y la combinación adecuada de incentivos (impuestos y subsidios) con mecanismos reguladores y de autorregulación institucionales.
Esto, explica Cortez Lara, implica destinar financiamiento para sectores y áreas vulnerables, así como aplicar tarifas de agua justas y equitativas, además de dar prioridad a alternativas viables para promover la conservación del recurso, las cuales impliquen pasar a un esquema de rentabilidad en lugar de mantener uno basado en costo-beneficio.
Plantea asimismo la necesidad de reconstruir la confianza en las instituciones del agua para avanzar en los proyectos e incluir a actores sociales claves en la planificación y toma de decisiones, a través de mecanismos altamente participativos y democráticos en la búsqueda de soluciones sostenibles.
Asegura que se requiere restructurar y reactivar los foros ciudadanos en los consejos de cuenca de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, además de considerar los principios de equidad, una fuerte sustentabilidad ambiental y analizar alternativas para diversificar la fuente del recurso.
Destaca la importancia del relleno de embalses naturales y artificiales, instrumentar medidas estratégicas en los sectores agrícola y urbano para recuperar las tres cuartas partes del líquido utilizado, reciclar aguas residuales de los ríos Nuevo y Tijuana, así como aumentar la captura de humedad del océano y la ionización atmosférica local para inducir lluvia.