La actriz Rebecca Jones falleció la madrugada de ayer los 65 años. En 2017 fue diagnosticada con cáncer de ovario, y desde entonces, a pesar de que el pronóstico no era alentador, no dejó de enfrentar la enfermedad ni de continuar con su carrera. “Cuando enfermé, me enfrenté a la posibilidad de morir, pero no sentí angustia o miedo porque he tenido una vida muy plena, aún con muchas cosas por hacer, pero si Dios me lleva, no me puedo quejar porque he sido muy feliz”, contó Jones a La Jornada en 2020.
La noticia del deceso fue compartida por sus representantes en un comunicado compartido en redes sociales. “Estuvo acompañada en todo momento de sus seres queridos, se fue en paz y con un profundo agradecimiento a su público para el que trabajó toda su vida”, señalaron. Los detalles del fallecimiento no se dieron a conocer. A finales año pasado fue internada debido a una infección en las vías respiratorias.
Jones nació el 21 de mayo de 1957 en la Ciudad de México, de padre estadunidense y madre mexicana. Pasó su adolescencia en California, donde comenzó a interesarse en la actuación y donde estudió la carrera de arte dramático, graduándose en el Orange Coast College. Al volver a México, buscó seguir creciendo como actriz, y debutó en la obra Salvar a los delfines.
A principios de los años 80, hizo sus primeras apariciones en televisión. Su primer papel en telenovelas fue en El amor nunca muere, donde compartió créditos con Silvia Pinal, Sylvia Pasquel y la también fallecida Christian Bach. A mediados de esa década, dio vida a Vilma de la Fuente de Larios, uno de sus papeles más reconocidos, cuando formó parte de la famosa producción Cuna de lobos, al lado de Diana Bracho, María Rubio, Gonzalo Vega y Alejandro Camacho, quien fue su esposo durante 26 años.
Ordenó un funeral privado
Junto a Camacho, además de tener a su único hijo, formó una dupla actoral que se volvió popular en el ámbito de las telenovelas. En producciones como Imperio de cristal y Para volver a amar, la pareja trabajó junta. La actriz también participó en películas y series entre las que destacan Amorosos fantasmas, Doña Flor y sus dos maridos, Sr. Ávila, La casa de las flores y ¿Quién mató a Sara?
A pesar de sus padecimientos, mantuvo una actitud positiva en todo momento. Tras la cuarentena por la pandemia, dirigió e interpretó el montaje Una mujer extraordinaria atrapada en una vida ordinaria, donde transmitía reflexiones en torno a la soledad.
“Rebecca Jones se ha sentido sola y ha tenido que conquistar ese sentimiento. No es fácil enfrentarte a la soledad; es precisamente a través de estas carencias que uno descubre el valor del amor propio. Si no sientes el riesgo, no lo encuentras; pero si tienes que enfrentarte y soportarlo, uno se vuelve más fuerte e independiente”, afirmó.
Su última actuación se pudo ver en la telenovela Cabo, en la que tuvo una participación muy breve debido al deterioro de su salud. Consciente de su fragilidad, la actriz había pedido ya un funeral privado, con la intención de que su hijo pudiera vivir su duelo sin el acecho de la prensa. La actriz también dejó instrucciones para que más adelante se celebre un homenaje público.
Durante más de 40 años de carrera, Rebecca Jones participó en más de 60 producciones, entre teatro, cine y televisión.