Los casos de cáncer de colon y recto en México aumentaron 43 por ciento en 12 años, por lo que ya es el cuarto tumor más frecuente y, como generalmente pasa con este tipo de enfermedades, en la mitad de los casos, el diagnóstico se obtiene en etapas avanzadas. Además, destaca que en el país se presenta a edades tempranas, a partir de los 40 años de edad, mientras en Estados Unidos, la mayoría de afectados tiene más de 50, afirmó Marytere Herrera Martínez, oncóloga médica del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).
La especialista comentó que a ese nosocomio de alta especialidad, también llegan personas que tienen apenas 30 años de edad ya con la neoplasia y más de la mitad de ellos en etapas tardías.
Llamó la atención sobre el hecho de que 80 por ciento de los tumores en colon y recto se deben a factores diversos y sólo 20 por ciento son de tipo hereditario.
De acuerdo con el Observatorio Global de Cáncer (Globocan), durante 2021 en México se registraron 14 mil 901 casos del tumor y 7 mil 675 fallecimientos. Sólo en el Incan, centro nacional de referencia, la cantidad de afectados pasó de 179 en 2008 a 314 en 2020.
En conferencia, la especialista también destacó que en Estados Unidos sólo 22 por ciento de los casos se diagnostica en etapas avanzadas, cuando el cáncer ya ha invadido otros órganos y las posibilidades de cura son prácticamente inexistentes. En México, la mitad de los afectados se detectan en esta etapa. En estos casos, después del tratamiento, los pacientes tienen una sobrevida de uno a 2.5 años, en promedio.
En cambio, si se identifica en las etapas iniciales la supervivencia a cinco años es de 90 por ciento, dijo Herrera Martínez. Puntualizó que es posible detectar anomalías en el colon y/o recto antes de que se desarrolle el tumor. Para ello, existen estudios como la identificación de sangre en las heces fecales y estudios de colonoscopía a partir de los 45 años de edad.
Reconoció la dificultad para que las personas tengan acceso a una colonoscopía porque es de alto costo, requiere una preparación previa y el uso de anestesia. Cuando los médicos lo solicitan es porque el paciente ya presenta síntomas como la sangre en heces, pérdida de peso, dolor abdominal, así como episodios crónicos de diarrea y estreñimiento.
La oncóloga clínica explicó que esta enfermedad se puede prevenir si las personas mantienen un peso corporal adecuado para su talla y edad, no fuman, realizan actividad física y evitan el abuso en el consumo de alcohol, así como las carnes rojas.
Otros factores de riesgo que no se pueden modificar son la edad, los antecedentes de radiación abdominal o pélvica que ocurre, entre otros, en los hombres con cáncer de próstata.
También tienen mayor probabilidad de desarrollar la neoplasia, los individuos con enfermedad inflamatoria intestinal y/o presencia previa de pólipos, explicó la especialista en relación con los casos que se registran en México.