Un empleado sostiene la mano artificial de Garmi en la sección para el diagnóstico remoto en el laboratorio del Centro de Investigación Geriatrónica de la Universidad Técnica de Munich, en Garmisch-Partenkirchen, sur de Alemania. El humanoide no es muy diferente a un robot típico: se encuentra sobre una plataforma con ruedas y está equipado con una pantalla negra en la que se adjuntan dos círculos azules que actúan como ojos. Foto Afp