Mogadiscio. La sequía sin precedente que golpea el Cuerno de África puede generar hasta 135 muertes diarias en Somalia entre enero y junio de este año, advirtieron la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en un estudio publicado ayer.
Este mes la OMS señaló que casi 100 mil personas en este país enfrentan un nivel catastrófico de hambre debido a la peor sequía en cuatro décadas en la región.
Este estudio –que es una proyección hecha con un modelo estadístico– estima que durante el primer semestre pueden morir entre 18 mil 100 y 34 mil 200 personas.
La investigación también alertó que las condiciones meteorológicas extremas pueden haber provocado 43 mil decesos el año pasado, estableciendo una comparación con la sequía de 2017.
El estudio, encargado por Unicef y la OMS, fue realizado por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, en conjunto con la Universidad Imperial de Londres.
“Estamos en una carrera para salvar vidas”, sostuvo Mamunur Rahman Malik, delegado de la OMS para Somalia.
Varias regiones de Kenia, Etiopía y Somalia sufren por la falta de lluvias durante cinco temporadas consecutivas. Esta sequía provocó la muerte de millones de cabezas de ganado, destruyó cosechas y obligó a más de un millón de personas a huir de sus hogares para buscar agua y comida.
Según las previsiones meteorológicas, la sequía puede extenderse durante una sexta temporada, lo que confirmaría los temores de las agencias humanitarias que han advertido de una catástrofe.