Madrid. En un tenso debate en la Asamblea Nacional de Francia, el gobierno de la primera ministra, Élisabeth Borne, superó las dos mociones de censura que habían presentado los partidos de oposición para paralizar la reforma del sistema público de pensiones impulsada por el presidente del país, Emmanuel Macron, según se informó desde la retransmisión en directo de la sesión parlamentaria de France 24.

Esto significa que sigue adelante el plan para aumentar la edad de jubilación de los 62 a los 64 años, aumentar un año de cotización, de los 42 a los 43, y suprimir privilegios laborales de una serie de colectivos del aparato público.

Minutos después de la votación se registraron numerosas protestas y enfrentamientos con la policía en varias ciudades del país, como París, Marsella, Lyon, Estrasburgo, Lille, Nantes y Dijonu, según la información publicada en los portales de los diarios franceses Le Monde, Libération y Le Figaro.

La Asamblea Nacional francesa o cámara baja tiene 577 escaños, con lo que la mayoría absoluta se sitúa en los 287 votos (normalmente son 289, pero actualmente hay dos escaños vacantes). El partido de Macron, Renacimiento, tiene 172 diputados, pero cuenta con dos socios de gobierno, el Movimiento Demócrata (48 diputados) y Horizontes (30), además de un aliado estable, el del grupo conservador de Los Republicanos, que tiene 61 escaños.

En total, el bloque del gobierno o afín suma 311, pero en esta ocasión el líder de Los Republicanos, Olivier Marleix, abogó por abstenerse durante la votación. Si bien al menos 19 diputados no lo hicieron y votaron a favor de la moción. Eso explica que una de las dos mociones, la “transpartidista” y presentada por el grupo Liot, sumó 278 apoyos, es decir que se quedo a sólo nueve de lograr su objetivo, que era finalmente la destitución del actual gobierno y la paralización de la reforma que ha puesto en pie de guerra a una parte de la sociedad francesa.

La moción de censura presentada por el partido de extrema derecha liderado por Marine Le Pen sólo sumó 89 votos, los que integran este grupo. El resto de los diputados o se abstuvieron o votaron en contra, según la información difundida por la Asamblea Nacional.

Desde la oficina presidencial de Macron se informó que en su agenda de este martes su primera cita oficial por la mañana será para recibir a la primera ministra y analizar la explosiva situación en la que se encuentra el gobierno, por su fragilidad parlamentaria, y el país, por la cólera social desatada en las calles.

Horas después de la votación, la primera ministra Borne dio unas declaraciones a la agencia AFP, en las que afirmó que está “decidida a seguir propiciando las transformaciones necesarias para nuestro país con mis ministros y a dedicar toda mi energía para cumplir las expectativas de nuestros conciudadanos”.

Mientras que desde la oposición se anunciaron dos medidas para intentar contrarrestar la ofensiva del gobierno para aprobar la reforma. Por un lado, el grupo de extrema derecha Agrupación Nacional (RN, en sus siglas en francés) anunció a través de sus cuenta en las redes sociales que presentaron sendos recursos ante el Tribunal Constitucional para que decida sobre la legalidad de la utilización del artículo 49,3 para su aprobación por decreto.

Además, hasta 250 diputados, entre ellos el de Francia Insumisa, liderado por Jean-Luc Mélenchon, anunciaron que pedirán que se celebre un “referendo de iniciativa compartida”, que sería el preámbulo parlamentario para una consulta popular sobre el aumento en la edad de jubilación. Estas iniciativas podrían retrasar o en el mejor de los casos anular la polémica reforma. El propio Mélenchon declaró a los medios de comunicación franceses que es “necesaria una censura popular al Gobierno en cualquier lugar y en cualquier circunstancia”.

Tensión en las calles

Instantes después de finalizada la votación se registraron concentraciones de protesta en varias ciudades francesas. En París la gente se congregó en la plaza Vauban, donde se dieron los primeros enfrentamientos entre manifestantes y policías antidisturbios, que en menos de una hora desalojaron la plaza utilizando gases lacrimógenos, agua a presión y golpes con sus macanas, según informaron desde sus portales los principales diarios franceses, además de los numerosos videos que colgaron los propios manifestantes en sus cuentas de Twitter.

Después las escenas de botes de basura en llamas y policías persiguiendo ciudadanos se registraron en las calles aledañas a la Ópera de París.

El grito coincidente en las protestas era “Macron, dimisión”.Y así se escuchó en Marsella, en Lyon, en Dijon, en Nantes, en Lille y en Estrasburgo, donde también se registraron duros enfrentamientos entre manifestantes y policías.

Los sindicatos, por su parte, reiteraron su llamado a respaldar la huelga general del próximo jueves, cuando también se espera una intensa movilización social contra la reforma y el gobierno de Macron.