Estados Unidos arrolló ayer 14-2 a Cuba y se instaló en la final del Clásico Mundial de Beisbol a la espera al ganador de hoy entre México y Japón, en la segunda semifinal del torneo.
Los cubanos tuvieron que viajar de Tokio a Miami para el encuentro, ligado desde hace mucho a una rivalidad con tintes políticos.
En LoanDepot Park, la novena de la isla comenzó arriba en la pizarra, pero los locales remontaron con un jonrón de dos rayitas de Gold-schmidt en la primera baja, mientras Trea Turner, quien un día antes consiguió el grand slam de la victoria ante Venezuela, conectó otro vuelacercas en solitario en la segunda entrada (3-1).
Los estadunidense no dieron pie a una posible reacción y en el tercer, cuarto y quinto episodios ampliaron la ventaja con dos carreras en cada uno de los bloques (9-1).
El bateo de las barras y las estrellas nunca desaceleró el paso y en el sexto cayó otro cuadrangular más. Turner volvió a aparecer, esta vez con una de tres carreras. Mike Trout remolcó una más y Cedric Mullins, en el octavo episodio, mandó la pelota al graderío para cerrar la abultada victoria de los locales.
Tricolor, por pase a la final
México, por su parte, tiene hoy una cita con la historia: avanzar por primera vez a la final del Clásico Mundial. El gran obstáculo a superar es Japón, la selección mejor rankeada del mundo y favorita para levantar el trofeo el próximo martes en Miami.
El mánager Benjamín Gil tendrá dos bajas sensibles para el encuentro en LoanDepot Park.
Julio Urías (Dodgers) y Luis Cessa (Rojos) no continuarán en el certamen debido a que ambos lanzadores tuvieron que regresar al campamento de entrenamiento de sus respectivos equipos, informó ayer la novena tricolor.
El de Córdoba, Veracruz, quien busca ganarse un lugar en la plantilla de los Rojos, apareció como pitcher abridor en el juego de ayer contra los Cerveceros de Milwaukee.
Urías, quien tuvo dos aperturas en el Clásico Mundial, fue desactivado del roster porque cumplió el límite de lanzamientos permitidos en el torneo. El derecho Roel Ramírez será su sustituto.
Luego de un arranque complicado al caer ante Colombia, los mexicanos sacaron toda su calidad y encadenaron tres victorias consecutivas, incluida una sobre el conjunto estadunidense, para quedar líderes en su zona.
El Tricolor quedó finalmente empatado con Estados Unidos en el primer puesto del Grupo C con foja de 3-1.
México encontró en Randy Arozarena su motor ofensivo, pero también con sólido respaldo de Taijuan Walker y Patrick Sandoval, quien fungirá como abridor para el cotejo contra los samuráis.
La novena azteca eliminó a Puerto Rico en cuartos de final y se instaló en semifinales por primera vez.
Los mexicanos tienen ahora un escollo difícil cuando enfrenten a los japoneses, que vienen de eliminar a Italia, con sus estrellas Shohei Ohtani, Masataka Yoshida y Kazuma Okamoto.
El invicto Japón luce como la trituradora en este nivel, ya que hay varias razones para verla como favorita, entre ellas, cuenta con excelente rotación de pitcheo del torneo, además de que tienen la mejor máquina de producir carreras; acumulan 43 en cinco juegos.
El seleccionado de Japón, que ganó el clásico inaugural en 2006 y defendió con éxito el título tres años después, persigue ahora el récord de una tercera corona.