La reutilización del agua se convirtió en una alternativa obligatoria para quienes viven en la colonia Agrícola Oriental, en Iztacalco, ante el desabasto, por lo que además de darle un segundo uso en el sanitario y lavar el patio, sus bolsillos se han visto afectados al destinar más recursos a la compra de pipas y garrafones en purificadoras, que incrementaron su precio de 15 a 25 pesos, además de pagar la lavandería.
En un recorrido, algunos entrevistados se quejaron de la operación sin contratiempos en establecimientos como purificadoras y lavanderías, al denunciar que en diversas ocasiones han solicitado el servicio de camiones tanque gratuitos a la alcaldía sin tener éxito.
En Retorno 2 de Javier Rojo Gómez, Alberto Rivera dijo que lleva ocho meses en los que no cae agua, además de que solicitar pipas a la alcaldía casi una decena de veces, y aunque le han dado un número de folio, cuando insiste le responden que su petición ya fue atendida.
“Hemos tenido mala suerte en la alcaldía al no encontrar personas serias ni comprometidas en la atención a los ciudadanos. No queremos pensar mal, pero quizás el personal de las pipas en lugar de entregar a los vecinos las vende”, y afirmó que en meses recientes han proliferado las lavanderías en la zona.
Aclaró que también ha solicitado dar mantenimiento a la red hidráulica a fin de detectar si no hay un problema en la tubería, pero tampoco lo han atendido. Algunos de sus vecinos, como Yael y Mauricio, señalaron que en sus casas “cae un chorrito” después de la medianoche, por lo que se desvelan para almacenar agua en cubetas, porque no tienen cisterna.
Rivera comentó que hace días pagó 800 pesos por una pipa particular que llegó muy noche desde Texcoco, estado de México; en el Deportivo Leandro Valle, ubicado en la avenida Javier Rojo Gómez, también pagaron la misma cantidad por un servicio de 10 mil litros procedente del mismo municipio mexiquense.
María de Lourdes Álvarez, quien habita en Sur 2B desde hace 60 años, dijo que paga 500 pesos de lavandería cada cuatro días, además de seis garrafones en una semana: “Hace poquito los aumentaron, costaban 15 pesos y subieron a 25”, mientras su esposo denunció que la escasez se recrudeció con los nuevos edificios de departamentos construidos en la esquina de Sur 4 y Oriente 237.
La residente de la zona de esas torres departamentales conocida como Los Huizachitos, Alicia Reséndiz, dijo que ha notado la presencia de pipas particulares en los edificios amarillos y verdes, por lo que afortunadamente la escasez aún no llega al complejo azul, donde habita.