Sao Paulo., Los ataques de un grupo criminal en ciudades del noreste de Brasil continuaron la madrugada de ayer, por tercera noche consecutiva, y yahan dejado tres muertos, hostilidades con armas e incendios de vehículos, oficinas públicas y comercios, pese al despliegue reforzado de los cuerpos de seguridad, informaron autoridades locales.
Durante esta jornada, en al menos nueve ciudades del estado de Río Grande do Norte se registraron ofensivas que, según las autoridades, fueron ordenadas por delincuentes descontentos por el incumplimiento de las demandas de los presos, entre ellas la instalación de televisores en las celdas, la autorización de visitas conyugales y más suministro de electricidad.
Cierran la escuelas
En Natal, la capital estatal, fueron incendiados durante esta jornada un galpón de una empresa recolectora de basura, un supermercado y una gasolinera, y fue vandalizada una estación de tren, según el sitio de noticias G1. Otros desmanes se registraron en Joao Camara, Mossoró, Sao Paulo do Potegi, Macau y Caicó, detalló el portal noticioso Globo News.
Las escuelas de Río Grande do Norte, como del vecino estado de Peraiba, cancelaron las clases por temor a que los autobuses de los alumnos pudieran ser blanco de hostilidades, y se suspendieron algunos servicios regulares de transporte terrestre de pasajeros.
Desde el martes que iniciaron los atentados, un total de 34 centros urbanos han sufrido disturbios, según G1. Los incidentes han dejado tres muertos –entre ellos el dueño de un supermercado y dos agresores–, además de dos heridos, sin nuevos registros en los incidentes de la madrugada de ayer.
Además, 67 personas fueron detenidas, precisaron fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública de Río Grande do Norte (Sesed) a la agencia noticiosa Afp. Además, fueron incautadas 17 armas de fuego, 50 artefactos explosivos, 22 galones de gasolina, vehículos, municiones y dinero, entre otros. La violencia es incesante pese a la llegada desde antier de unos 220 policías federales, cuyo número podría multiplicarse hasta 800 si fuera necesario, dijo el ministro de Justicia y Seguridad, Flavio Dino, en una entrevista con la cadena CNN. “No vamos a permitir que ninguno de los territorios sea entregado a criminales”, indicó.
La gobernadora de Río Grande do Norte, Fátima Bezerra, anunció la creación de un gabinete de crisis formado con jefes de los poderes locales. Hasta el momento, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, del mismo Partido de los Trabajadores que Bezerra, no se ha manifestado sobre la crisis.
El secretario de seguridad pública de Río Grande do Norte, Francisco Araújo, comentó antier que los ataques se ordenaron desde el interior de la prisión más grande del estado, luego que los directores se negaran a satisfacer las demandas de los presos de permitirles colocar televisores, visitas conyugales y electricidad. La prensa local informó sobre las pésimas condiciones en las cárceles, al citar un informe del año pasado del Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía, que describe cómo los detenidos son sometidos a tortura, obligados a ingerir comida podrida y a vivir en situación de insalubridad.