Cuernavaca, Mor., Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador dio instrucciones para buscar alternativas al uso médico del fentanilo con el objetivo de proteger a la población ante el riesgo que implica el uso ilegal del producto, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, afirmó que esto “desde luego no resuelve de manera directa el problema de acceso ilegal al opioide, pero reduce la carga de la oferta, ya que en la medida en que no esté el producto en las unidades de salud publicas, privadas o sociales, ayuda, porque sólo podría haber esa sustancia por fuera de lo legal o por fuera del territorio nacional”.

Entrevistado en la inauguración del 19 Congreso de Investigación en Salud Pública, que se realiza en el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), declaró que cuando el mandatario considera que hay riesgos para la población, toma las determinaciones de inmediato. En este caso, lo realizó “independientemente de cualquier diálogo binacional o multinacional sobre el tema de drogas”. El objetivo es “cuidar a la población mexicana, por eso nos ha pedido que con base en el conocimiento científico y técnico en salud pública, investiguemos la factibilidad de hacer una sustitución de fentanilo en la práctica médica”.

Confió en que si México determina sustituir el fentanilo en la práctica médica, Estados Unidos se manifieste en el mismo sentido. “Veamos cuál pudiera ser la reacción del gobierno de Estados Unidos, y sería interesante ver si ellos tuvieran una posición semejante de pensar en una sustitución absoluta de fentanilo por otros analgésicos que no tuvieran tantos riesgos”.

La búsqueda de un remplazo a este opioide sintético “arrancó ya” y precisó que en las reuniones del gabinete de seguridad, en el que participa la Ssa, “ya se había contemplado” esa posibilidad. “Ya tenemos algunos avances preliminares en la exploración todavía no los podemos hacer públicos porque esta información está en proceso, pero cuando tengamos conclusiones preliminares, lo compartiremos”.

En el análisis participarán expertos e instituciones de salud, entre ellas el INSP. Hay “especialistas de múltiples campos, obviamente la Cofepris jugará un papel clave” sostuvo, y agregó que por el momento no se perfila la participación de la industria farmacéutica.

Si en este momento “involucramos a la industria farmacéutica se empezaría a contaminar con conflictos de intereses, de carácter comercial como ocurría prolíficamente en otros gobiernos, y esto no nos llevaría a buen puerto”.

El fentanilo tiene dos aplicaciones: “su función farmacológica es el control del dolor y también se usa en actos anestésicos de la cirugía. El medicamento es muy útil y se usa en forma muy amplia en México”. No obstante su utilidad, “desafortunadamente el producto tiene el potencial de inducir adicción”.

En su intervención en el congreso destacó que la pandemia dejó numerosas lecciones a los sistemas sanitarios del mundo, además de que evidenció la “monumental desigualdad social estructural” y en salud a causa de la “enorme concentración de la riqueza” que ha acarreado como consecuencia la “pauperización” de amplios sectores poblacionales.