El peso mexicano se vio afectado, como moneda emergente, ante los problemas de Credit Suisse que se intensificaron justo cuando el mercado teme por nuevas quiebras de bancos, después de que el colapso de Silicon Valley marcara la pauta esta semana.
La moneda mexicana presentó una depreciación de 1.99 por ciento, equivalente a 37.01 centavos, para cerrar en 18.9751 unidades por dólar spot, luego de que durante la sesión alcanzó 19.09 por dólar.
De acuerdo con datos del Banco de México (BdeM), el tipo de cambio operó entre 19.0950 y 18.8960 unidades. Ante la fortaleza del dólar, la moneda mexicana fue de las más castigadas en América Latina, superada por el peso chileno y colombiano.
En tanto, afectada por la caída del precio de las acciones de la banca, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) retrocedió 1.15 por ciento, a 52 mil 85.60 puntos, regresando a niveles de finales de febrero.
Las preocupaciones de que una crisis bancaria, centrada entre los bancos regionales de Estados Unidos, se haya extendido al otro lado del Atlántico y esté a punto de desencadenar un daño sustancial en los mercados y la economía, llevó a Wall Street a cerrar mixto.
El S&P 500 cayó 0.7 por ciento, a 3 mil 891.93 puntos, mientras el Dow Jones Industrial perdió 0.87 por ciento, a 31 mil 874.57 unidades. Los contratos con el Nasdaq de gran tecnología redujeron las pérdidas anteriores y terminaron justo por encima de la línea plana, con un avance de 0.05 por ciento, a 11 mil 434.05 puntos.
Los inversionistas esperan que el Banco Central Europeo (BCE) no suba hoy el costo del financiamiento en la zona euro, en aras de no meter presión a la situación de los bancos. Sin embargo, la moneda está en el aire, pues el descenso de la inflación sigue siendo un gran reto. Antes de la crisis, los analistas esperaban que la decisión de política monetaria fuera un alza de 0.5 puntos en la tasa de referencia.
Los rendimientos de los bonos se desplomaron. El bono del Tesoro de Estados Unidos a 10 años bajó al 3.49 por ciento ayer desde 3.6 por ciento del martes. En la parte delantera de la curva de rendimiento, los papeles a dos años cayeron a 3.89 por ciento.